Hasta en su famosa 5ª Avenida, sea en moda, música o religión.

Precisamente en la 5ª Avenida, la arteria que comunica el norte y el sur de Manhattan, a partir de ahí es posible visibilizar contrapuntos. Como estas dos iglesias que compiten sin quererlo, pero que están a tres cuadras de distancia: La católica St. Patrick’s Cathedral  -la más importante de las iglesias en la Gran Manzana, ubicada frente al Rockefeller Center– y la episcopal Saint Thomas Church, registro histórico gótico en la calle 53, que se levanta en la misma vereda de St. Patrick, en la 51. Si usted ingresa a ellas, podrá dar fe. St. Patrick’s es activa y de mayor bullicio. Saint Thomas, silenciosa y que convoca a meditar. En sus alrededores, los típicos carros de venta de comida callejera, que dan ese cariz tan propio de Nueva York.

En moda y en la misma 5ª avenida, me encantó encontrarme -en esquina frente a Saint Thomas- con Uniqlo: la mega tienda japonesa que 40 años atrás nació en Hiroshima como pequeña empresa fabricante de parkas, convertida hoy en el tercer gigante textil más grande a nivel global. Su foco: ropa térmica, informal, cómoda, de colores lisos y material de buena calidad a precios accesibles, creados en París por Christophe Lemaire y un equipo de diseñadores internacionales. Y a pocas cuadras la 2024 Met Gala, opening que tuvo lugar el 6 de mayo durante una cena con 600 invitados que pagaron US$350.000 por mesa, presenciando creaciones de Chanel, Balenciaga, Dior, Versace y Galiano entre muchos otros. Las exhibición, cuyas fotos en internet están bajo licencia para publicarse, permanecerá abierta en el mismo Met hasta el 2 de septiembre próximo.

Broadway es donde el teatro brilla, y el espectáculo que en Nueva York agota hoy las entradas es “Michael Jackson, The Musical”, obra sobre la vida de este cantante, productor, bailarín e ícono pop, considerado uno de los artistas más importantes del siglo XX. De hecho, una figura que contrasta con la dura crítica que la pieza recibió al estrenarse hace dos años, apuntando a un Jackson que en la vida real fue llevado a juicio por conducta inapropiada con menores de edad. En todo caso, en Manhattan los aplausos van para su protagonista, Myles Frost, y sus creadores: Lynn Nottage (ganadora de dos Pulitzer) y Christopher Wheeldon, de unTony, responsables de haber transformado a Jackson en un personaje de leyenda. A pesar que en las funciones se prohibe filmar, para sus encargados de seguridad les es imposible controlar la euforia que se produce al caer el telón, momento en que todo el mundo saca sus celulares. Me lo gráficó Bárbara, quien asistió junto a su hija adolescente de 14 años: “Esto no fue solo ir a ver un musical de Broadway. Esto fue ir a ver a Michael Jackson. Es que el parecido del actor con el personaje es impactante: cómo habla, cómo baila, el mismo cuerpo, la misma voz, el mismo pelo y, entre medio, todos sus hits. El musical superó todas mis expectivas. Yo salí en llamas. Me convertí en verdadera fan. Y es que a nivel de espectáculo, la coreografia, la puesta en escena, la música -de principio a fin- no te suelta…”.  

Muestra de un viaje inolvidable, posible gracias a una gentileza de Copa Airlines.

Diseño webpage: María Eugenia Vargas