TEXTO: Aurora Loiselle, desde Canadá. FOTOGRAFIAS: Aurora Loisellee, gentileza de Québec Winter Carnival y Guía Oficial de la ciudad de Quebec.
Quebec City es la ciudad francófona mas antigua de Norteamerica que -junto con la región atlántica de Acadia en Canadá- representa la cuna de la América francesa. En el año 2008, celebró los 400 años de su fundación por el geógrafo y explorador francés Samuel de Champlain. Su nombre, dado en 1608, deriva de la palabra de los nativos algonquians que significa “donde el rio se estrecha”. Después de muchos años mirando solo por televisión su Festival de Invierno, me dejé llevar por mi curiosidad y me dije: “¡Este año voy!”. Y partí en febrero a tomar parte de su versión 71ª, aunque hubiesen 25 grados bajo cero. Así es que, a pesar de la tormenta de viento y nieve partimos con mi esposo, hija y nieta, desde Ottawa -capital de Canadá, donde vivimos- manejando 5 horas, en lo que fue una completa osadía. Pero, para mi era fundamental ver en terreno cómo es posible que se celebre un carnaval con estas temperaturas bajísimas.
Esta celebración invernal data de 1894 como una manera diseñada para enfrentar “el ánimo bajo” que experimenta el organismo humano, tan típico del invierno nórdico. Con el paso del tiempo, la fiesta se interrumpió en algún momento. Sin embargo, se reintrodujo en 1955, teniendo como mascota la figura del Bonhomme, “el hombre de nieve”, que se convirtió en una atracción de turismo invernal para sus habitantes. Todo un desafío al espíritu de aventura para los “non-nordicos”. En mi opinión, una muestra en terreno del espíritu de resiliencia francés canadiense, cultivado y desarrollado durante su larga historia de más de 400 años.
Los franceses canadienses aprendieron mucho de los nativos indígenas para sobrevivir en el clima nórdico. Entre otras cosas, a producir el famoso jarabe (maple syrup), a manejar en telar la famosa ceinture flechée, la faja flechada que se ilustra en algunas fotografías -ahora un símbolo distintivo del patrimonio francés canadiense- creada y usada con un objetivo utilitario para frenar el impacto del extremo frio en el cuerpo al amarrarla en la cintura. Impresionante cómo frena el aire frio que pasa por debajo de un abrigo.
En definitiva, una temporada que no es para un turista que quiera relajarse. No obstante, sí lo es para quienes deseen una aventura con grandes desafíos climáticos. Es el carnaval invernal más grande en el mundo, al que llegan extranjeros provenientes principalmente de Francia y Estados Unidos. Este año el Desfile fue algo nunca visto antes: un carromato que representaba el Carnaval de Rio, con música y bailarines. Fue una oportunidad para experimentar alegría y espíritu deportivo invernal, a lo que se sumaron carreras de canoa entre los trozos de hielo del rio San Lorenzo, como también paseos en trineo tirados por perros, deslizamientos en trineo, un hotel construido de bloques de hielo y equipado con elementos para el turista, un mesón de bar de hielo con vasos hechos de hielo, canchas de patinaje y práctica de ski alpino en el monte Santa Ana, a 40 kms de la ciudad. En resumen, todo organizado para el goce deportivo invernal. El año pasado se introdujeron nuevas atracciones, como una playa invernal llamada el Gouggoune, donde los participantes se preparan con ejercicios preliminares antes de zambullirse; el jardín de esculturas en hielo, del Scotiabank; el baile formal de máscaras en el Hotel Chateau Frontenac y un Zipline.
Con un invierno más largo que el verano, la gente no se deja entristecer. En nuestra visita de dos días, caminamos muchísimo, a pesarr que mi gran frustracion fue pasar al costado del parque la Grande Esplanade, donde se desarrollaban los paseos en trineos con perros. Pero, ya no teníamos más tiempo, ni siquiera para tomar fotografías, ya que debíamos asegurarnos nuestro retorno de 5 horas -entre vientos y nevadas- a nuestra casa en Ottawa. En síntesis, una aventura recomendable para el próximo ano. Lo mejor, venirse en tren desde Montreal y usar el servicio Uber en Quebec para desplazarse a cualquier lado, el cual es baratísimo y eficiente. El Hotel Hilton, en el Rene Levesque Boulevard, está cerca de los eventos del Carnaval y del Parlamento Nacional de Quebec, otro atractivo a corta distancia. Más datos en https://www.quebec-cite.com/en/what-to-do-quebec-city/events/quebec-winter-carnival, y en https://www.toursofdistinction.net/tours/overnight-tours/winter-carnival-quebec-city-packages-2026/ .
De: zaida macias nunez
Interesante artículo sobre el festival de invierno de la ciudad de Quebec, patrimonio cultural de l’ UNESCO. Bella experiencia, de creatividad y de arte, organización excelente. Hay que verlo al menos una vez en la vida, porque para verlo una segunda vez, se requiere mucho coraje…
Zaida Macias-Nunez
Maravilloso!
Gracias Carmen y Aurora por un lindo comentario del Festival, del cual, aunque he estado en Quebec varias veces, pricipalmente primavera y verano, nunca escuche de esto. Gracias por la foto de «Chateau Fontenant», trae recuerdos de mi estadia en el en el Año 2000.
Es bonito ver cómo con condiciones climáticas extremas, los ciudadanos de Quebec disfrutan su festival de invierno.
Regios comentarios, gracias. Es obvio que es un turismo excepcional y reducido a los aventureros y aventureras de extremos. El comentario de Zaida, chilena residente en Montreal lo confirma. Todas las reservas anticipadas harian de la aventura algo mas facil de manejar. Veremos quienes se atreven.
Maravillosa Quebec, ciudad que siempre he querido conocer, alojar en el hotel Chäteau de Frontenac y navegar por el río San Lorenzo. Es una suerte vivir en esa linda ciudad.
Increíble, muy interesante. Bravo por los artistas y por los valientes participantes