EL PALACIO DUCAL | Corazón del poder político veneciano renacentista

Entrar a un palacio produce respeto, pero este impresiona más de lo que cualquier turista pudiese imaginar.

 

 

En la Plaza San Marcos, el Palazzo Ducale está ubicado a la derecha de la famosa Basílica, casi topando con las aguas del Gran Canal. Las filas de turistas para ingresar a ambos monumentos son kilométricas y reconozco que aquí apelé a la comprensión de sus funcionarios para traspasar algunas barreras. Hasta que de pronto me encontré frente a frente a uno de los monumentos más emblemáticos de Venecia, el Palacio Ducal, lleno de arquitectura gótica, con influencias renacentistas y bizantinas, que fue sede de gobierno y residencia del dux (el líder de la República de Venecia). Un espacio caracterizado por columnas y  ventanas con arcos puntiagudos que dan un aire imponente. Todavía aquí uno está en las afueras del palacio, hasta que uno sube por la Scala d´Oro, que da paso al segundo piso del palacio, donde están los salones de esta joya arquitectónica.

 

 

 

Entrando, casi de bruces, uno se se topa con una colección impactante de arte, frescos y pinturas de grandes artistas renacentistas como Giovanni BelliniTintoretto y Veronese, que decoran tanto las paredes y cielos de los salones públicos como las estancias del Dux. Con el apoyo de audio-guías, uno se impone del valor de las  obras expuestas. Sin embargo, si confesara cuál es el espacio más impresionante, como ejemplo de su grandeza, sería la Sala del Gran Consejo (Salone del Maggior Consiglio), no solo monumental por su tamaño (uno de los salones más grandes de Europa), sino porque representó el corazón del poder político de la República durante siglos. Entre sus pinturas en el cielo, “La batalla de Lepanto”, conmemorativa de la batalla en 1571 entre las fuerzas de la Liga Santa Santa (compuesta principalmente por Venecia) y el Imperio Otomano.

 

 

El recorrido, en todo caso, comienza en la primera sala: la de las Cuatro Puertas (Sala delle Quattro Porte), que servía como antesala y enlace para las reuniones que realizarían las principales autoridades de la República. Su nombre deriva de las cuatro puertas de mármol, teniendo sus pinturas del techo dedicadas a la fundación de Venecia y a su dominio sobre el mar.

 

 

La Sala del Guariento o del Armamento que le sigue, dedicada a las armas que se conservaron a partir del siglo XIV, es un espacio que iniciamente estuvo bajo el control del Consejo Mayor (dado que sus miembros querían tenerla siempre cerca), y que se conectaba por una escalera interna al piso superior. Alberga más de 2.000 armas, escudos, estandartes y otras reliquias de la guerra, como también parte de lo que queda del fresco de la coronación de la Virgen, que fue destruida por el gran incendio que estalló en 1577.

 

 

En tanto, la Puerta de los Suspiros (Porta dei Sospiri), cuya estructura barroca contrasta con el resto del palacio, conectaba el palacio con las prisiones del complejo, un sistema de cárceles y calabozos en sus bajos que se pueden recorrer. Según la leyenda, los prisioneros que pasaban por ella solían suspirar al ver por última vez la luz antes de ser encerrados en las prisiones, construidas al otro lado del canal. Las celdas se conectaban al palacio a través del Puente de los Suspiros (uno de los más famosos de Venecia), donde se le advierte a todo turista que (al visitar las prisiones, entre subir y bajar) el recorrido puede ser cansador.

 

 

Y si usted necesita respirar con tranquilidad después haber visto uno de los lugares más fascinantes de Venecia, mire hacia el exterior a través de una de sus ventanas: la maravillosa ciudad-isla que tuvo su época de esplendor por más de mil años. En definitiva, una historia que data del sigo IX, en que lo que vemos hoy es un palacio único, construido entre los siglos XIV y XV, y que se convirtió en el epicentro de una de las repúblicas más antiguas y poderosas de Europa.

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Publicado el

15 febrero, 2025

11 Comentarios

  1. Marilu Galleguillos

    Estuve allí hace casi 2 años y no me acordaba de los detalles. Gracias por el relato y las bellas fotos. No sé por qué no tomé fotos allí. Me afloraron bellos recuerdos.

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  2. M. Eliana Tagle O'Ryan

    Atractivos relato y fotos. Echando a volar la imaginación con las intrigas palaciegas, los emisarios con las misivas que podían condenar a muerte o liberar. Venecia mágica y enigmática. Tan fascinante ayer como hoy.
    ¡Gracias, Carmen y Bendito Planeta!

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  3. Gonzalo Delfierro

    Bellisimo, gracias

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  4. M.Esperanza Arteaga R

    Carmencita, muchas gracias por tu entretenido relato y preciosas fotos de la Basilica y del Palacio Ducal. Estuve hace más de 39años y maravilloso recordar y recorrer contigo esa preciosa ciudad que fue una importante república. Muchos cariños.

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    • José Miguel Ossandón

      Cuando estuve allá, estaba cerrado y no pude conocerlo interiormente. Gracias Carmen por mostrarlo tan bien.

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  5. Irma Masalleras

    Excelente reportaje
    Mil gracias!!!

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  6. Maria Antonieta Guzman

    Estuve allí con una querida familiar francesa, el año 1996. Ella llevaba una bandeja que en realidad era una gran lupa para mirar en detalle las pinturas de los cielos que se reflejaban en ella.
    Luego un aperitivo en la plaza San Marcos y creo que al otro día vimos en la Feniche el Barco Fantasma, de Wagner.

    Gracias por traer hermosos recuerdos a la memoria

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  7. Carmen Balbontín G

    Que recuerdos de ese impactante palacio, gracias Carmen!

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  8. María Infante

    Una maravilla. Gracias Carmen

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  9. Carlos Viesca

    Fantástico. Mil gracias. El Palacio Ducal merece ser conocido y disfrutado por todos, al igual que las mil maravillas que guarda Venecia.
    Felicidades

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  10. Jose M. SCHMITT

    Excelente reportaje.
    Fotos maravillosas

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