Hay impresiones que serán eternas. A Matías Vieira yo lo conocí en nuestra adolescencia, invitado en alguna fiesta de sus amigos de colegio, cuando entonces él usaba anteojos que -yo pensé- usaría siempre. Pero, nada fue lineal. En un abrir y cerrar de ojos, este hoy prestigiado pediatra, eligió Punta Arenas como lugar de residencia, siendo allá premiado con lo que más lo hace feliz. Hoy es cónsul honorario de Portugal, país del cual procede su familia. Y a fin de año, cuando se conmemoren los 500 años del descubrimiento del Estrecho de Magallanes, le corresponderá un rol primordial en las celebraciones. Porque será quien rinda honores a nombre de Portugal a ese grandioso Fernando de Magallanes, que puso a Chile en el mapa del tráfico transoceánico mundial. Y nosotros aquí, privilegiados de absorber la historia de Matías, atentos a las impresiones que él guarda a flor de piel…
TEXTO Y FOTOGRAFIAS: MATIAS VIEIRA
No es común que a uno lo inviten a navegar por el estrecho de Magallanes. Pues bien, eso me sucedió en octubre del año pasado. En realidad me hice el invitado. Aprovechando la visita del connotado historiador portugués José Manuel Garcia (así, sin tilde en la i), quien es un gran estudioso e investigador de la vida y obra de Fernando de Magallanes -y quien había manifestado su interés de conocer y navegar por el estrecho-, en mi calidad de Cónsul Honorario de Portugal me atreví a pedirle audiencia al Comandante en Jefe de la III Zona Naval. Me encontré así con el Contraalmirante Ronald Baasch Barberis, quien resultó ser un hombre muy afable, amante y estudioso de la historia, de modo que no me costó nada convencerlo de la misión. Yo tenía pensada una vueltecita protocolar para que el historiador anotara en su bitácora que había estado en el estrecho, pero el almirante propuso llegar ¡nada menos que hasta Puerto Fortescue!
Para que nos ubiquemos sugiero ver un mapa. Fernando de Magallanes, embalado como iba hace 500 años, convencido -y con razón- de que había descubierto el ansiado paso interoceánico, y embelesado con la vista de las montañas nevadas que enmarcaban la majestuosidad del paisaje, al tornar el cabo Froward dio orden de descansar. Fue así como ingresaron las tres naves que le restaban, es decir la Trinidad, la Victoria y la Concepción, a una ensenada que a los hombres les debió parecer paradisíaca: protegida de los vientos, con abundante agua fresca, pesca, achicoria y apio silvestre. Ellos no lo sabían, pero los que comieron estos vegetales ricos en vitamina C se vieron protegidos del escorbuto, terrible enfermedad que atacó a muchos y mató a varios en la travesía del océano Pacífico. Magallanes llamó a esta entrada de mar “Puerto de las Sardinas”, por la gran cantidad de cardúmenes de estos peces que llegaban a la costa, posiblemente huyendo de las ballenas. Ahora el lugar se llama “Puerto Fortescue” y se encuentra deshabitado y en las mismas condiciones de hace cinco siglos.
Ahí fue donde se ordenó celebrar una misa, que resultó ser la primera en la historia de lo que más adelante sería un país llamado Chile. Lógicamente ninguno de los expedicionarios lo sabía, pero fueron los primeros europeos en pisar tierra chilena, dieciséis años antes que Diego de Almagro. A quinientos años de sucedido, la Armada de Chile, y en recuerdo de este hecho, planea instalar una cruz en el lugar en que se piensa se pudo haber efectuado esta ceremonia religiosa.
Concretada la planificación, el 3 de octubre fui al aeropuerto a buscar al historiador, a quien imaginaba como un serio y circunspecto académico. Nada de eso. De partida, él habla un castellano muy básico y yo hablo un portugués muy básico, así que nos entendimos lo más bien. Hombre sencillo, alegre y campechano, se puede decir que fue amistad a primera vista. El 5 de octubre en la madrugada estábamos embarcándonos en el OPV “Marinero Fuentealba”, magnífico buque para misiones de paz. Entre varios invitados se encontraba el historiador magallánico Mateo Martinic, los arquitectos que planificarían la construcción de la cruz, algunas autoridades de gobierno regional, el cónsul de España, el párroco Fredy Subiabre de la catedral de Punta Arenas y, especialmente invitados por mí, mi mujer Mariela y mi hijo Manuel. Magníficamente atendidos por la oficialidad del buque, se nos sirvió un buen desayuno y zarpamos. Ya desde el inicio de la travesía el panorama era fantástico. Nos acompañó un día seminublado y frío pero, cosa curiosa para la época del año, con muy poco viento. Una mar calma nos recibió cariñosamente en su regazo.
Nos despidió la ciudad de Punta Arenas y, a poco singlar, pudimos apreciar una imagen muy distinta del Fuerte Bulnes, luego el faro San Isidro. Las montañas nevadas que describía Pigafetta y que tanto admiraron a Magallanes. Ademas el imponenente Cabo Froward, donde comienza el continente americano. Mi nuevo amigo Garcia (sin tilde) no cabía en sí de gozo. Para descripciones, nada mejor que las fotos que acompaño. Para los interesados en marear, la travesía duró seis horas de ida y seis de vuelta.
Y aquí la fotografía final para el recuerdo: el grupo en Fortescue. Esta imagen la bajé de la página de la parroquia y es la única foto -inolvidable- que no es mía.
Magnifico trabajo
Tierra de mis abuelos
Y fotos maravillosas de mi compañero de curso de medicina UC.
Gracias Carlos. Un honor haber sido tu compañero.
Muy buena iniciativa Matías. Felicitaciones por el reportaje y por tu cargo de Cónsul.
Lindos lugares. Un abrazo
Muchas gracias, Gonzalo.
Gracias, Gonzalo.
¿Cuándo vuelves a la Patagonia?
Gracias por compartir tan hermosa experiencia y espectaculares paisajes !!
Que ganas de conocer el lugar!!!
La oportunidad la tuve por la conjunción de los astros. No creo que la vuelva a tener.
Si se te dan las cosas ¡no te lo pierdas!
Excelentes fotos.
Gracias, José Miguel.
Que aventura tan linda y que afortunado eres Matias de conectarte de esta manera con una figura del pais de tus ancestros y mas aun con un historiador portugues. Las fotografias son maravillosas. Solo conoci el Fuerte Bulnes en el no tan lejano pasado. Hay un lazo similar de los exploradores europeos de esos tiempos: cuando llegaban, como Cristianos que seguramente eran, y sobrevivian el dificil y riesgoso viaje, atravesando el Atlantico, muchos hacian lo mismo: celebraban misa al llegar, y fabricaban una cruz en accion de gracias. Lo mismo ocurrio con los primeros exploradores de Canada (region que hoy se conoce como la provincia de Quebec): Jacques Cartier instalo una cruz en 1535 al llegar y Paul de Maisonneuve, fundador de Montreal en 1642, tambien instalo una cruz en el Mont Royale y que es parte de la ciudad de Montreal, tambien celebrando misa, lo que hoy se refleja con un vitreaux en la Basilica Notre Dame de Montreal. En ambos casos incluian a los nativos que los recibieron. Tengo tarea que terminar, por cuanto como tu mis ancestros paternales, fueron franceses canadienses, con conexion en su historia.
Qué buena crónica de un viaje fortuito. Imagino los paisajes que habrán admirado y cómo habrán pensado en aquellos kaweshkars que habitaban esos canales incluso antes que Don Hernando.
Tu crónica es un buen homenaje a los 500 años del descubrimiento de Chile y la forja de esa region indescriptible: Magallanes.
Gracias Aurora por tan ilustrado comentario.
Espero algún día conocer Quebec.
Mi respuesta se traspapeló y está más abajo, Pablo.
Felicitaciones, noble amigo, siempre aportando al conocimiento de esta bendita tierra.
Gracias José Manuel.
Echo de menos nuestras largas conversaciones sobre el oro y el moro.
Ya se acabará la maldición.
Que gran reportaje abuelo y a Carmen Schmidt por divulgarlo. Nada en Chile se asemeja a esa inmensa naturaleza de Magallanes y sobre todo el estrecho…sin viento.
¡Felicitaciones!
Gracias querido amigo de correrías juveniles. Completamente de acuerdo con tus apreciaciones.
Un abrazo Eduardo.
Que magnifico reportaje, gracias por ello Matías Vieira y querida Carmen Schmidt, programa como estos es lo que necesitamos, menos farándula y seudo noticiarios, más cultura especialmente referida a nuestro querido Chile. Espero un gran éxito en la celebración de los 500 años de esta gran gesta como supe que lo planificó el sr. Alcalde de Punta Arenas don Claudio Radonich
Gracias Álvaro, me halaga tu comentario. Si con ello pudiera aplastar la farándula televisiva, yo feliz me presentaría de voluntario en esa guerra.
Pero ya estamos derrotados de antemano, la televisión ofrece sólo que se vende.
Ojala se pueda hacer algo de lo que ha planificado Claudio Radonich, pero me temo que los fondos se han ido en ayudas sociales por la pandemia.
Felicitaciones Matías por este estimulante reportaje de su navegación por el magnífico Estrecho de Magallanes. Qué interesante conocer a través suyo la experiencia de Fernando de Magallanes en el ahora llamado Puerto Fortescue. He navegado y recorrido buena parte de la Región de Magallanes gracias a mi trabajo de más de 4 décadas en Turismo, y es primera vez que escucho y aprendo respecto de este lugar que acogió a los primeros «turistas» que recibió Chile hace ya 500 años!
Hace muchos años leí la excelente y brillante biografía de Magallanes por Stefan Zweig. Este es el año perfecto para releerla.
Chile es reconocido por su belleza natural y su geografía que inspira. Sin duda la Región de Magallanes, que lleva orgullosamente el nombre de este gran navegante, es una de las que más contribuye a la belleza salvaje de nuestro país.
Gracias Matías y Carmen!
Tu comentario lo ha dicho todo, Jorge.
No tengo nada más que agregar, sólo gracias.
Magnifico reportaje de un paisaje chileno que no todos imaginan
Tuve la oportunidad de trabajar en la Restauracion del cine de Porvenir y hace pocos dias , pandemia mediante terminamos de recuperar las fachadas del Cine de Cerro Sombrero. La naturaleza cautiva y dan ganas de volver y conocer los lugares que muestran en las fotografias
Gracias Matias y Carmen por mostrarnos Chile
No he tenido oportunidad de visitar el cine de Porvenir, Mabel, pero por las fotos que he visto, me doy cuenta de que hicieron un magnífico trabajo. Del cine de Cerro Sombrero tengo lindos recuerdos, ya que pertenecía a un grupo de teatro, y nos tocó actuar ahí a mediados de los 80, en dos oportunidades y con dos obras.
Si has hecho fotos de esas experiencias restauradoras, creo que valdría la pena intentar una incursión por este Bendito Planeta.
Saludos Pablo. En verdad ni Fernando de Magallanes ni sus tripulaciones vieron a algún aborígen. Pero existían, y de por lo menos 10.000 años antes de su travesía. Magallanes no descubrió el estrecho, sólo fue el primer europeo en encontrarlo. Los talibanes que ridículamente lo acusan de genocida son una manga de ignorantes.
Esperamos poder hacer alguna conmemoración en noviembre, Covid mediante. Gran parte de lo que estaba planificado se debió suprimir.
Qué agradable despertar leyendo este relato interesante de mi amigo Matías que siendo amigos de bicicleta de niños en el barrio, se me perdió!…y lo encuentro en este espacio notable….
Una alegría muy grande amigo querido leerte acá en Lisboa, donde en mi condición de Embajador de Chile me he sumergido a concho en averiguar estudiar y aprender de aquel navegante, quien junto a El Cano, iniciaron la globalización hace 500 años.Espero estar pronto contigo y recibe un fuerte abrazo
Pedro Pablo Diaz H
embajador de Chile
Portugal
¡Pedro Pablo Díaz Herrera! ¡Bendito Planeta! Qué alegría que te hayas comunicado.
Hace tiempo que he estado cavilando con la posibilidad de viajar a Portugal y aprovechar de pasar a darte una sorpresa en Lisboa. Pero me ganaste con la sorpresa, querido compañero.
Encuentro magnífico que estés estudiando la historia de Fernando de Magallanes. Te recomiendo te comuniques con mi amigo José Manuel Garcia (sin tilde), quien tiene varios libros sobre el tema. Lo más reciente es una notable biografía de Magallanes.
En fin, si voy a Lisboa nos juntamos los tres.
Si eres usuario de Facebook entra «Old Georgians Class of 64». Es un grupo cerrado, pero si solicitas la incorporación te integro ipso facto.
Un fuerte abrazo.
Un grande un abrazo grandote
Igual para ti, Quique.
Hola Matías que años que no sabía nada de ti. Excelente artículo y buenas fotos. En los 80, estuve mucho tiempo en Punta Arenas y tuve oportunidad de recorrer bastante la zona, que sin duda es la más espectacular de Chile.
Gracias Carmen por esta y todas tus publicaciones.
Hola Alfredo, ¿cómo estás?
Muchas gracias por tus comentarios.
Buen relato Matías, esos lugares me encantan, navegué varios años en la zona y volvería mil veces.
Un abrazo y qué bueno saber de ti. No nos vemos hace unos 50 años ??
Tú eres el menor de los Eskenazi Rojas ¿no es cierto?
Se me pierden un poco en la nebulosa del tiempo.
Si es así, deben ser como 60 años. ¿Qué esperas para volver?
Excelente reportaje. Nos lleva a conocer lugares casi inalcanzables para la mayoría de los habitantes del planeta.
Felicitaciones Matías.
Las fotografías muy hermosas y expresivas.
Muchas gracias Jrisi, me honras con tus elogios, porque sé de quién vienen.
Aparte de tu faceta profesional, recuerdo haberte conocido cuando jóvenes, en algún «malón».
Un abrazo
Querido primo
He disfrutado leyendo tu interesante y ameno reportaje. Es excelente.
Aprovecho de enviarte mis felicitaciones por tu nombramiento como Cónsul Honorio de Portugal y por tu entusiasmo y compromiso en la difusión del territorio que habitas.
Muchas gracias Anita.
Estoy eufórico como enamorado adolescente.
Feliz por el honor de este cargo que, aunque honorario, conlleva responsabilidades importantes.
Y aún enamorado de Magallanes, tierra con la cual tengo una relación estable de 36 años.
Un abrazo
Querido Matias meu primo. Vi agora com calma essa maravilhosa pequena viagem seguindo a extraordinária aventura do nosso conterrâneo Fernando Magalhães. Há pouco li a biografia dessa viagem escrita por Stefan Zweig com base nos apontamentos do grande auxiliar de Magalhães o Italiano Pigafetta. Foi no 22 Novembro de 1520 que finalmente os 3 restantes navios deixaram o Puerto de las sardinas para entrarem no Pacífico e enfrentarem terríveis padecimentos incluindo a morte de Magalhães. Que magnífico texto e fotografias sobre esse reviver da descoberta da passagem. Parabéns Matias sinto uma imensa inveja de não estar entre os expedicionários. Muito orgulho pelo nosso emérito Vieira, Cônsul de Portugal nas maravilhosas terras de Magallanes. Um grande abraço de Portugal e, estou certo, que Magalhães, de onde estiver, terá um sorriso por lhe prestares esta homenagem 500 anos depois.
(Enviado por mi primo Gaspar Coutinho, de Barcelos.
Emocionante, Matías…!
¡Uf! ¡Ya lo creo!
De mi primo Luis Vieira Marticorena:
Querido primo Gaspar, que hermosa reflexión has hecho en relación a la celebración de estos 500 años haciendo incapié y poniendo énfasis, en el protagonismo de nuestro querido primo Matías !! Un grande abrazo !!
De mi primo João Carlos Duarte, de Porto:
Querido Primo Matias parabéns
ainda tenho bem presente todas as conversas que tivemos sobre essa viagem histórica .Tive o previlegio de partilhar contigo os teus grandes conhecimentos sobre essa viagem o tempo passou rapido pois a tua simpatia assim o proporcionou. Espero voltar a Punta Arenas dentro de dois anos e poder usufruir uma vez mais da tua companhia assim como Mariela e Manue
Um grande abraço querido Primo.
De mi amigo, el historiador José Manuel Garcia:
Em primeiro lugar quero pedir-lhe imensas desculpas pelo atraso destas palavras mas tenho tido grandes preocupações e obrigações que me afastarem desta missão de lhe responder, o que agora posso finalmente fazer com todo o goto.
Depois destas considerações venho desejar que tenha passado bem, juntamente como toda a sua família e amigos, nestes tempos de preocupação. Eu e os meus temos andado bem felizmente.
Venho então e agora expressar-lhe a minha maior admiração e felicitação pela fantástica reportagem daquele dia memorável que foi dos mais agradáveis que tenho passado e onde usou palavras tão simpáticas que me sensibilizaram imenso. Muitíssimo obrigado e os meus mais sinceros parabéns por tão meritório trabalho que ficará para a História.
Como lhe disse obrigações afastaram-se do seu contacto que agora e venho retomar. Quando li o seu livro comecei a escrever umas palavras que me pediu mas tive de as interromper. Se quiser posso agora concluir um texto para o seu livro. Se ainda forem a tempo diga que eu acabo o que comecei a escrever.
Aproveito a ocasião para lhe perguntar se em outubro ou novembro continuam a pensar fazer no Chile, e aí em particular, comemorações do Magalhães. Gostaria de saber pois em Lisboa estou a tentar fazer alguma coisa para lembrar a descoberta do estreito. As incertezas destes tempos maus que vivemos, contudo, não me permitem saber se conseguirei fazer alguma coisa. Vamos a ver como tudo vai correr até outubro.
Com um grande abraço amigo para si a sua família do
José Manuel
De Domingos Alvim, Cónsul General de Portugal:
Muy interesante (¡y importante!), además en una revista que me parece de gran calidad por sus contenidos y presentación. El profesor José Manuel Garcia sigue enviándonos fotografías de su visita a Punta Arenas, de tan impresionado que se quedó con lo que vivió ahí y la recepción que Ustedes le dieran. A mi personalmente esto tiene sobretodo el efecto de aumentar aún más mis ganas de conocer esa parte del país, cuando todo esto se calmara un poco.
Felicitaciones Matias por la fantastica travesia. Te agradezco que me hayas hecho participe de esa linda aventura .Te felicito tambien por tu incansable ansia de aprender y divulgar historia. Los apasionados por ella te lo agradecemos. Yo creo que pronto podremos reiniciar nuestro ciclo de reuniones de historia de la medicina. Un gran abrazo.
Gracias, José Ignacio.
No nos detendrá una pandemia, es sólo una postergación.
Los amantes de la historia unidos, jamás seremos vencidos.
Bien por ambos… Muy buena onda!
Gracias, José Ignacio.
No nos detendrá una gripecinha, es sólo una postergación.
Los amantes de la historia unidos, jamás seremos vencidos.
Muchas felicitaciones Matias, y donde te vengo a encontrar ! Muy interesante reportaje y bien documentado ! Así es desde el Cabo Froward uno puede levantar la cordillera hasta América del Norte !
y agradecimientos a Carmen ! Un gran abrazo amigo de juventud.
¡Qué sorpresa, Paulina! Bendito Planeta me ha hecho encontrarme con gente muy querida. Me traes lindos recuerdos de infancia y juventud, contigo y tu familia. Las personas que uno ha querido no se olvidan, y se siguen queriendo.
Un abrazo grande.
Espectacular viaje, la historia apasionante y tus fotos grandiosas como siempre. Felicitaciones y saludos de una fueguina y enamorada de Portugal.
Gracias Beatriz, sé de tu amor por Magallanes y Galicia.
Me alegra y emociona que hayas agregado a Portugal, el que nunca te decepcionará.