TEXTO: MARCELO SANDOVAL. FOTOGRAFÍAS: MARCELO SANDOVAL Y AGENCIA PEXELS

 

Dicen que es una de las ciudades más bonitas del Reino Unido. Pero no es fácil enterarse –para un turista común y corriente– que está a 45 minutos de Liverpool. El puerto donde nacieron los inigualables Beatles, donde se respira su música y se come los famosos Fish & Chips (pescado y papas fritas). La estación central de Liverpool, a escasas cuadras del centro, es el punto de partida. Un pasaje de Metro de ida y vuelta de 15 libras en un vagón cómodo y tranquilo y con breves paradas antes de llegar a esta urbe que no estaba en mis libros. Mientras la música de John y Paul me acompañan en mis audífonos, detecto que estoy cerca del lugar. Unos turistas argentinos, a quienes había conocido en la ruta de Los Beatles, fueron los que me datearon. Hay que salir de la estación hacia la derecha. Eso hice, aunque desconfiando porque no veía nada que pareciera una ciudad. Se inicia un recorrido por un sitio baldío hasta llegar a una calle típica de barrio inglés: Pequeña, pero atestada de negocios, desde lavanderías, hasta comida pakistaní o venta de verduras.

 

 

VESTIGIOS ROMANOS

 

Un puente sobre un pequeño río Dee, donde circulan botes, señala que me acerco a un lugar más grande y con bastante afluencia de público. Había leído que Chester posee una muralla romana muy bien conservada, además de otros restos de ese período, donde el imperio llegó e hizo de las suyas. Sorprendente el recorrido por la muralla: Seguro, bien conservado y buena vista, en especial de la Catedral, una joya del estilo normando muy cuidada y donde conviven cuervos y palomas que dejan en claro que el alimento por esos lados es abundante. Las dos especies se veían bien robustas y tonificadas, compartiendo un pasto de verde intenso, mientras llovía con cierta delicadeza. No era chaparrón, era lo que por acá llamamos “está chispeando”. El reloj de East Gate indica el ingreso al centro histórico y comercial de Chester, también con un centro turístico donde una joven española a cargo del lugar me informa con detalles lo que veré.

 

 

CATEDRAL NORMANDA DEL SIGLO XV

 

Catedral de Chester (St. Werburgh Street), una de las más bonitas catedrales normandas de todo el país. Por fuera es más bien sencilla, pero por dentro es una maravilla. Me atrevería a decir que más hermosa que muchas otras inglesas o europeas a las que las guías turísticas le dedican decenas de páginas. Es de culto anglicano y fue terminada alrededor de 1490. Además de servicios religiosos, ofrece espectáculos artísticos y cuenta con un casino inmenso, en una de las alas donde se observan hermosos vitrales. No se cobra, pero se pide una donación para obras de caridad. Tanto algunas de sus naves, como un hermoso patio lleno de flores con una gran pileta, invitan a la reflexión y a agradecer estar en este sitio. También cuenta con un museo que detalla la historia desde tiempos de la prehistoria hasta hoy.

 

 

TODAS LAS MARCAS DE EUROPA

 

Otro lugar destacado es el parque Grovesnor Park donde hay una hermosa iglesia medieval dedicada a San Juan Bautista. El centro comercial es increíble. Casas que datan de tiempos victorianos o de la Regencia donde se instalaron los negocios y marcas famosas de toda Europa: Primark, Mark & Spencer y también las españolas Mango, Zara y Pull and Beart. Además de los supermercados típicos del Reino Unido: Tesco y Sainsbury’s. Patios de comida con distintas cocinas del mundo y el infaltable Poundland, una cadena británica de tiendas fundada en 1990, que en un tiempo vendía todo a una libra. En la actualidad, de todas maneras,  las gaseosas, chocolates y galletas tienen un valor increíble de barato, que invitan a comprar. Calles tranquilas, más vestigios romanos, otras iglesias, el río Dee que atraviesa el centro de la ciudad… y de nuevo la estación para emprender el regreso. Liverpool vuelve a recibirme, pero con un gran recuerdo de Chester, una joya perdida en el mapa del país que hoy dirige Charles III y Keir Starmer.

 

 

NOTA DE LA REDACCIÓN: …Y Marcelo lo logró. En una última humorada, este eminente periodista de espectáculos no podía regresar a casa sin traerse un recuerdo desde  Liverpool.  Así, aunque fuese junto a una estatua, se fotografió junto a uno de sus inigualables Beatles.