Organizadora del viaje, texto y fotografías:                                               Alejandra Raffo Le Dantec

 

Existen territorios en este universo donde la fuerza de la naturaleza se ofrece al desnudo. Sin más, palpita la tierra frente a tus ojos que, de vez en cuando y autónomos de ti mismo, dejan caer más de una lágrima por la evidente emoción que estos parajes provocan. Nuestra aventura se inicia con un recorrido por las bellas lagunas altiplánicas que conforman la Reserva Nacional de Fauna Andina Eduardo Avaroa, donde la naturaleza se las juega con un arcoíris inigualable de ocres, verdes, turquesas, en una combinación infinitamente glamorosa que ningún artista podría superar. La superficie del parque se extiende aproximadamente 2 kilómetros y en la zona se alcanza una altura de 4.850 metros sobre el nivel del mar. Es evidente, querido lector, que la puna se hace presente. Sin embargo, este clásico malestar es prevenible si tomas suficiente cantidad de agua y reservas un tiempo para informarte sobre el tratamiento adecuado para estas molestias pasajeras. Estas precauciones te garantizan disfrutar de este surrealista escenario, sin resentir la presión del ambiente

 

 

Es en los géiseres Sol de la Mañana donde vas a experimentar los latidos de la tierra. Sí, así se percibe este misterio natural de lava hirviendo y vapor caliente que puede llegar a 50 metros de altura. Todo ese universo se presenta frente a ti para hablarte desde sus entrañas. El espectáculo de cierre de este gran día lo ofrece Laguna Colorada, una joya de este universo donde podrás, sin dificultad alguna, acercarte a elegantes flamencos andinos que disfrutan de su alimento consistente en microalgas halófilas, conservadas por sedimentos y minerales que hacen de esta mixtura un manjar para esta especie. Se estima una población de más de 25.000 de estas aves que conviven en una cruda naturaleza, azotada por fuertes vientos. El rojo intenso de esta superficie salada contrasta con blancos islotes de bórax, generando uno de los espectáculos más emotivos de este planeta.

 

 

El descanso anhelado lo intentamos alcanzar al dormir a casi 5.000 msnm en medio del desierto de Siloli. Por cierto, uno de los lugares más áridos y altos, forjados por los designios del clima altiplánico y por temperaturas que oscilan en extremo entre el día y la noche. Temperaturas que además van moldeando esta naturaleza que ofrece una enorme riqueza de irreverentes caprichos meteorológicos. Nuestros grupos de avezados viajeros, intentan apoyarse solidariamente unos a otros en sus malestares, ocasionados por la puna. Sin embargo, el majestuoso paisaje genera entre todos nosotros una compasión más allá de lo esperado. Finalmente, estás viajando con tus pares de aventura, con aquellos aguerridos que anhelamos ir más allá de la comodidad para dejarnos asombrar por la belleza que te ofrece lo indómito, lo desconocido.

 

 

En Siloli, colores anaranjados, dorados y ocres despiertan tus sentidos. Es como estar ejercitando al límite la destreza de tocar a la distancia, cada textura que se presenta frente a tus ojos. Si tu intención es experimentar la ingravidez, en enero, febrero y marzo, el Salar de Uyuni en Potosí se convertirá en tu lugar favorito. Un gigantesco espejo de agua nubes y cielo, en donde todo tu cuerpo percibirá la inmaterialidad entre lo que observas y su reflejo. En el primer hotel construido de sal, que hoy se ofrece como albergue transitorio, se yergue un territorio de todas las naciones. Aquí, las banderas flamean sin límites ni fronteras. Es en este pequeño espacio del mundo, donde todos los colores, franjas y estrellas, danzan por igual.

 

 

A este paraíso de más de 10.500 km2 de sal, querrás regresar una y otra vez a sumergirte en esa agua salada que energiza todo tu ser y te eleva a dimensiones insondables. Esos pies que te sostienen, se desplazan en una superficie que cambia de aspecto por sucesos como el viento, el sol, la luna y las estrellas. Un verdadero misterio de la naturaleza, un acto de inmaterialidad en un escenario en donde las palabras enmudecen.

 

 

La noche estrellada más bella, se produce cuando los visitantes comienzan a retirarse y se pone de manifiesto que la gran bóveda celeste reserva enormes misterios que están frente a nuestros ojos. Sin embargo, permanecen ocultos hasta que tu corazón los descubre y logras ver más allá de lo visible. Porque en Bolivia la tierra pierde la gravedad natural para romper con toda norma atmosférica. Posiblemente es este tipo de geografía la que nos hace presentir que la materia regresa a convertirse en energía.

Marzo 2019.

 

ORGANIZACION:
  • Excursiones Fotográficas Salamandra.Alejandra Raffo Le Dantec.  Email: araffo2010@gmail.com – Cel. +569 82190562 – www.excursionesfotograficas.cl – www.raffo.cl.
  • COMO LLEGAR A CALAMA: Transporte aéreo vía LAN (www.lan.com), SKY, JetSMART.
  • DESDE CALAMA A SAN PEDRO: En transfer, salidas regulares desde el aeropuerto a San Pedro de Atacama. Uno es Lincancabur. Tel. 999999404.
  • SERVICIOS DE TURISMO: Destino ofrecido en calle Caracoles hacia el Salar. Precaución: revisar el programa ya que hay packs de distintos valores, dependiendo de la comodidad que se desee tener en la travesía. CAMBIO DE DIVISAS: de dólares a bolivianos en casas de cambio del mismo poblado en San Pedro.
ADVERTENCIAS

El altiplano es una experiencia dura por la altura, y los cambios de temperatura pueden oscilar durante el día entre -3º y 27º.

  • Los jeeps regulares, con choferes bolivianos, son para 6 personas. Sugiero los privados que solo transportan a 4 pasajeros, dado que viajar en la parte de atrás es intolerable.
  • Se aconseja llegar a la frontera a las 8:00 hrs con pasaporte en mano.
  • Para evitar los efectos de la puna es fundamental llevar una botella de agua y saber que se estará fuera de todo servicio telefónico.
  • La ruta es sin asfalto y los kilómetros a recorrer son muchos.