La invitación no pudo ser más atractiva: “El Conservatorio y los Jardines Botánicos del Bellagio se enorgullecen en presentar Tea & Tulips, una fiesta de té en medio de una impactante fantasía floral».
Se podrá soñar un viaje con un año de anticipación. Pero, jamás sospechar las sorpresas con que uno se encontrará al llegar a destino. Así, sin imaginármelo, coincidí en Las Vegas con la inauguración del display Primavera 2024 (de los 5 cambios que el hotel Bellagio efectúa durante el año) que atrae a miles de espectadores como panel de abejas. Un Disney para el mundo adulto, creado por el paisajista Ed Libby, que esta vez se centró en los aromas, las cualidades benéficas y los colores de cuatro tipos de té: lavanda, rose hip, ginger peach y chamomile. Cada uno dispuesto en arreglos florales grandiosos, en exhibición que continuará abierta hasta el 18 de mayo.
Si bien el opening arrasó con un interés público puntual, la elegancia y belleza del Bellagio es permanente. Con solo poner un pie en el lobby, usted no querrá moverse. Solo darse tiempo para mirar con tranquilidad La Fiori di Como, la escultura del artista Dale Chihuly con más de 2.000 luces de cristal, creadas a mano, insertas en el cielo raso de casi 200 m2, donde cualquier persona puede ingresar -sin restricciones- a admirar este trabajo monumental.
Y allí otro espectáculo: el de la Pastelería Bellagio donde, desde una altura de 6 metros, cae una fuente de chocolate (considerada una de las más grandes del mundo) con todos los tipos de chocolate (amargo, blanco, de leche) fluyendo a través de pipetas hasta el primer piso. Estupefacta no me detuve aquí mucho tiempo. Todavía había tanto más por conocer. Como tampoco (habiendo alrededor tanto casino y mesas de juegos de azar) sentí que tenía tiempo para apostar. Demasiados estímulos, demasiada entretención, demasiada belleza que deja perpleja. En todo caso, si usted elige comer en alguno de los muchos restaurantes que existen en el mismo hotel, reserve. De lo contrario, deberá esperar de pie, por mucho tiempo, en medio de una multitud que circula sin fin.
Advertirle, sí, que con tanta distracción ambiente usted podrá llegar a confundirse. Porque, vecino al Bellagio, está el hotel Cosmopolitan. Y sin darse cuenta, usted pasará de un lado a otro, no sabiendo ni en qué territorio está.
Es lo que me pasó al irrumpir de repente en el Cosmopolitan con The Chandelier, la lámpara formada con más de 7 millones de cristales que cruza tres niveles, con lounges y 5 bares, la mayoría dentro de esta estructura gigante, para degustar la enorme multiplicidad de tragos que sea dable imaginar sobre la tierra. Para mí, ya estaba claro. Ahora no tengo ninguna duda por qué tanta gente regresa una y otra vez a Las Vegas. Es que, en cuanto a entretención, este destino es para no cansarse nunca.
Diseño webpage: María Eugenia Vargas
La mejor carnada: «Un parque, (tipo Disney), de atracciones para adultos que gozarán, como niños!
Hermoso Bellagio! me dan ganas de volver y hacer el tour de los casinos más bellos, sin jugar un solo dólar se pasa estupendo.
¡Precioso! Realmente habria que hacer un tour solo de hoteles.
Saludos!
Nunca tuve interés de ir a Las Vegas, hasta ahora. En este relato, se ve como un lugar y una experiencia fascinante!
Tulipanes. Lo máximo Carmen. Y gozamos con el tour.
Que lindo ! Que ganas de ir
Se incorpora al disco duro.
Algun dia estaremos ahi
Nunca había pensado en ir a Las Vegas, pero todo lo que has mostrado de allá ha sido francamente fantástico. Gracias Carmen.