LOS MAITENES | El regreso a la vida

A propósito del éxito de la película del director español J. A .Bayona, “La Sociedad de la Nieve”, estar en el lugar mismo por donde bajaron, hace 51 años, dos de los sobrevivientes de la tragedia de los Andes es, por decir lo menos, “sobrecogedor”. Aquí no hay nada de la película, todas las imágenes son reales.

 

TEXTO: Verónica Díaz Santibañez. DERECHOS FOTOGRAFIAS ACTUALES: Archivo personal Juan Pablo Silva.

 

Los Maitenes queda a 55 kms. al interior de San Fernando, terrenos que pertenecieron a don Joaquín Gandarillas Infante y que en 1982 compró don Eugenio Adriasola Navarrete. Agradezco a sus hijos, Pilar, Patricia y Eugenio Adriasola Castillo, actuales copropietarios junto a la familia Franck Tagle, por permitirnos acceder al campo y escribir estas líneas. La invitación me la hizo Juan Pablo Silva, investigador y estudioso a fondo del accidente del vuelo 571 de la Fuerza Aérea Uruguaya, un Fairchild FH-227D, ocurrido un 13 de octubre de 1972 en el Valle de Las Lágrimas, Argentina, y que transportaba a 45 pasajeros, 19 de ellos pertenecientes al equipo de rugby Old Christians Club, que venía a jugar un partido con el Old Boys Club de Santiago. La idea era llegar hasta casi el límite con el país vecino y ver lo que fue el último eslabón de una heroica travesía de 10 días por la Cordillera de Los Andes de Roberto Canessa y Fernando Parrado, para finalmente llegar a este valle donde, dicho por ellos mismos, volvieron a nacer.

 

 

Pero antes de describir el lugar, los hechos y lo potente que es “caminar por donde ellos caminaron”, es importante señalar que, en octubre del 2022 -en la Copa de la Amistad (en su aniversario N°50), disputada en Montevideo, Uruguay- Roberto Canessa manifiesta a Juan Pablo Silva su intención de revivir su historia en Los Maitenes junto a toda su familia. En diciembre de ese mismo año, Juan Pablo los recibe y los traslada hasta este lugar, donde vivieron momentos muy emocionantes, muy íntimos, únicos: allí Roberto les mostraría a sus nietos cómo y por dónde llegaron a Chile, a Los Maitenes… a la vida.

 

 

Junto a Glaciares de Colchagua un tiempo antes, en febrero y abril del 2022, Juan Pablo también gestionó, en el homenaje que se le hizo al arriero Sergio Catalán, y en una charla de Canessa, la presencia de muchos de los protagonistas de esta historia, incluidos efectivos de la Fuerza Aérea de Chile, Carabineros, Ejército de Chile a través del Regimiento Colchagua, y todos los actores aún vivos que participaron en la operación de búsqueda y rescate.

 

 

De manera que esta invitación no la podía dejar pasar, más aún, sabiendo que hoy trabaja en un documental homónimo “Canessa”, junto al cineasta Rodrigo Fernández Carbó (RF Films https://rffilms.com/), en una coproducción con el mismo Roberto Canessa, y en un libro, que seguramente darán que hablar. También yo he leído mucho y he visto entrevistas, documentales y testimonios, incluso en 1992 tuve la oportunidad de entrevistar personalmente a Roberto Canessa como conductora de Teleduc, emblemático programa de Canal 13, donde destacamos “el trabajo en equipo”.

 

 

Desde Los Maitenes, donde se ubicó el campamento Alfa entonces, iniciamos una ruta cordillerana que permite avanzar en un vehículo a tracción hasta el punto por donde bajaron Roberto Canessa (19) y Nando Parrado (23), a unos 2.500 mts. de altura y a unos 20 kms. de distancia. Allí se encontraron con la quebrada que finalmente los llevó al Valle de Los Maitenes. ¡Claro…sin nieve es otra cosa! Recordemos que a ellos les tocaron condiciones especialmente adversas, pues ese año precisamente había caído mucha nieve, por sobre lo normal.

 

 

Diez días antes, los jóvenes uruguayos ya habían atravesado las altas cumbres de nieves eternas (cercanas a los cuatro mil metros sobre el nivel del mar), superando dificultades con precarias vestimentas y ningún conocimiento de alta montaña, haciéndose camino al filo de los abismos, sobreponiéndose al frío, al viento, y al quemante sol, casi al borde de las capacidades humanas y con un 40% menos de capacidad muscular. Todo aquello en condiciones infrahumanas, logrando así descender por la Quebrada San Hilario, Río San José, para llegar frente a la Sierra del Brujo, a tierras más bajas de pastoreo natural, delimitadas por la confluencia del estero San Andrés y el río el Azufre (de aguas amarillas).

 

 

Vi por dónde bajaron al valle, y no dejé de preguntarme ¡cómo lo hicieron!, ¡cómo lo hicieron! Por un lado, al oriente, la pétrea e imponente montaña de donde ellos venían; y al sur poniente en forma de medialuna, los grandes acantilados cortados a pique, por cuyos fondos se deslizan los torrentosos y gélidos cursos de agua recién derretidos de los glaciares y nieves cercanas. Pero llegaron a una planicie sobre el barranco y al otro lado del río, en el sector llamado Potrero de la Loma, divisaron a Sergio Catalán, quien, junto a su hijo, terminaba sus faenas de ganado al atardecer del día miércoles 20 de diciembre de 1972.

 

 

Estuve ahí mismo, donde Nando Parrado -entre arbustos gritaba y agitaba sus brazos desplazándose con notoria dificultad al borde del acantilado- allí se arrodilló. Es difícil imaginar cómo pudieron comunicarse, porque el ruido del río y la distancia impedían escuchar con claridad lo que gritaba desde lo alto del barranco. Por eso es que, habiendo hecho contacto, el arriero les hizo seña que volvería “mañana”. “Mañana”, esa sola palabra que escucharon les permitió pasar su primera noche llena de esperanzas.

 

 

Y efectivamente a las 6 de la madrugada del día siguiente, el arriero concurre nuevamente, indicándole a Parrado que se dirigiera hacia el río. Allí logré comprender cómo se produjo el lanzamiento de la piedra con el mensaje que daría inicio “al milagro”, el rescate de 16 sobrevivientes del avión uruguayo caído en la montaña, que después se supo, estaba en territorio argentino: “Vengo de un avión que cayó en las montañas; soy uruguayo. Hace diez días que estamos caminando. Tengo un amigo herido arriba. En el avión quedan 14 personas heridas. Tenemos que salir rápido de aquí y no sabemos cómo. No tenemos comida. Estamos débiles. ¿Cuándo nos van a buscar arriba? Por favor no podemos ni caminar. ¿Dónde estamos?”, decía la dramática nota de Parrado.

 

 

Mientras el arriero Sergio Catalán se dirigió de inmediato en busca de ayuda, por el sendero río abajo -en dirección al poblado más cercano que era Puente Negro, ubicado a 40 kilómetros de donde se encontraban los dos sobrevivientes uruguayos- Armandito Cerda, un trabajador suyo, se encargó de rescatar a los débiles muchachos y llevarlos a un pequeño rancho en Maitenes, donde comieron, descansaron y pasaron su primera noche resguardados, acompañados y cuidados. Una casita con tablas y suelo de tierra, que impresiona porque no es más que eso, pero para ellos fue “el mejor hotel del mundo”, le confesó Nando Parrado a Juan Pablo Silva. En su interior, el refugio hoy tiene fotos de “sus huéspedes históricos”.

 

 

El final ya es conocido. Desde Los Maitenes, al otro día, se montó el más épico rescate de la Fuerza Aérea chilena para traer de regreso a los otros 14 sobrevivientes, aún en la alta Cordillera de Los Andes. La belleza del lugar, el silencio de la noche y el viento de la montaña invitan a evocar, a reflexionar, y a aprender. Visitar Los Maitenes y entender un poco más esta historia de supervivencia, única en el mundo, es una posibilidad que Glaciares de Colchagua (propietario de los terrenos) abrirá al público a partir del segundo semestre de este 2024, a través de visitas guiadas a terreno y a su museo: https://glaciaresdecolchagua.cl/ –  IG: @glaciaresdecolchagua.cl – email: info@glaciaresdecolchagua.cl 

 

 

¡Los Maitenes, de la oscuridad a la luz!. Haber estado ahí, en ese lugar donde hace 51 años dos jóvenes uruguayos le ganaron a la muerte, me deja enormes lecciones de vida, y hago mías las que he escuchado de boca de los propios sobrevivientes: lo imposible es posible, y que no hay que esperar que las cosas pasen o las soluciones lleguen, sino salir a buscarlas. Pero más importante que todo, es que nuestra existencia (en este caso la de los sobrevivientes) o no existencia (la de los que murieron) tiene un sentido en esta vida, que debemos encontrar.

 

Diseño webpage: María Eugenia Vargas

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Publicado el

31 enero, 2024

36 Comentarios

  1. Anamaria Sir

    Excelente reportaje hecho por mi queridísima amiga Vero Díaz, impactante lugar y una historia potente que no termina de sorprender. Cuando se abra el recorrido, voy a ir!!

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    • María Verónica

      Gracias Anamaría, la energía de Los Maitenes y todo lo que hay detrás es increible!!

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    • Felipe gerardo rivadeneira troncoso

      Felicitaciones Juan pablo muy interesante y muy profesional felicitaciones gracias por informarnos de este acontecimiento .

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  2. Roberto Vitar Fajre

    Felicitaciones Amigo Juan Pablo Silva y todo el Equipo !!!! Realmente una grata noticia por tu entrega y cultura para todos nosotros.

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    • Jorge Fernandez

      Felicitaciónes, muy buena reseña de este milagroso episodio, tal vez es uno de los más grandes milagros del siglo XX, escrito y documentado por dos grandes amigos, Verónica Diaz y Juan Pablo Silva.
      Nuevamente felicitaciónes y se nota el interés responsable y dedicado con mucho profesionalismo.

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      • María Verónica

        Gracias Jorge

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      • Luis A. Montero...

        Excelente reportaje Carmen. Muy buena y oportuna iniciativa, sacando mucho provecho de la reciente aparición de la película…No tengo el gusto de conocer a Verónica y Juan Pablo ellos muestran gran profesionalismo y calidad.
        Felicitaciones para ellos..

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        • Maggie

          Fue un verdadero milagro!! Ejemplo de fortaleza Fe y coraje !! El escrito es muy emocionante!!!

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    • Kena martinez

      Muy interesante, heroico.

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      • María Verónica

        Sin duda, eso lo resume todo. Gracias por leerlo Kena

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    • María Verónica

      Así es Roberto, es un trabajo que Juan Pablo comenzó hace mucho tiempo. Pero aún queda mucho por ver, que como digo en el reportaje, sorprenderá!!

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    • Juan Pablo Silva

      Muchas gracias Javier!

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    • Juan Pablo Silva

      Muchas gracias Roberto!

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      • Raul barañano

        Excelente Juan Pablo yvero ica.pensar que estuvimos con Felipe de apenas 6 meses.enorme vivencia y recuerdo.un gran abrazo una experiencia inolvidable. Raul y angeles

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  3. Javier Moraga Vidal

    Te felicito Juan Pablo.
    Muy agradecido que me compartas tan maravilloso proyecto.
    Saludos para todo el equipo.

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    • José Miguel Ossandón

      Excelente reportaje Juan Pablo, gracias por difundirlo.

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  4. María Infante

    Todavía no puedo creer como se salvó el grupo y el esfuerzo al límite de estos jóvenes. Bravo también por el arriero y sus compañeros.

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  5. M. Eliana Tagle O'Ryan

    Conmovedor relato que compartiré. Habiendo visto «La sociedad de la nieve» hace poco y siguiendo esta odisea a través de muchísimos documentales que mi hija menor, periodista, me ha invitado a ver, no puedo menos que aplaudir, (con la piel de gallina), este testimonial. Bravo!!

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    • María Verónica

      Gracias María Eliana, y gracias por compartirlo.

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  6. José Antonio Orueta

    Vero y Juan Pablo , en qué momento más oportuno han hecho este relato .
    Justo cuando un nuevo intento cinematográfico , estremece al mundo con esta historia que aunque éramos niños , vivimos .
    Personalizada por ustedes tiene un valor mayor , para nosotros , sus amigos .

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    • María Verónica

      Gracias José Antonio, efectivamente a todos nos llega de manera distinta, y con el pasar de los años, también esas miradas cambian. Hoy me quedo con lo impresionante del lugar, y con las reflexiones finales.

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  7. Carmen Balbontín Gubbins

    Muchas gracias Verónica y Juan Pablo por este emocionante y remecedor relato que vivimos, acompañamos, sufrimos y cuánto celebremos siendo adolescentes; por lo mismo no he querido ver la película.

    Carmencita, gracias también a tí por compartir!

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    • María Verónica

      Gracias Carmen. Cada uno sabe cómo y cuando acercarse a esta historia, que parece historia, pero que es tan cierta y tan real, que eso es lo que ha hace trascender.

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  8. Pablo Tironi

    Qué buen artículo para re valorar la hazaña de esos 16 jóvenes que lograron sobrevivir en 1972.

    No hace muchos años cruzamos esa misma cordillera un grupo de pilotos de Ultralivianos desde Curicó a Mendoza, vía Las Leñas, la misma ruta, pero en sentido inverso, que debía hacer, el vuelo 571 de la Fuerza Aérea Uruguaya. Ese es el cruce de más baja altura de la cordillera central en un sector denominado El Planchón.

    Despegamos de Curicó como a las 7 am un día de octubre completamente despejado y con viento calmo. Desde el despegue mismo iniciamos el ascenso para alcanzar los 9000 pies de altura que necesitábamos al enfrentar el imponente macizo andino.

    A medida que avanzábamos los motores de nuestras aeronaves con 100 HP nominales de potencia perdían rendimiento por la altura lo que nos obligaba a volar en medio de los valles enmarcados por altas cumbres amenazadoras. El Planchón se veía como una gran planicie blanca y amigable aunque sabíamos que si teníamos una emergencia quedaríamos “planchados” entre riscos, como el vuelo 571. Después de media hora de vuelo, todos en silencio, en medio de la cordillera, vimos que la pendiente cambiaba de weste a este lo que nos indicaba que ya habíamos pasado la parte más alta y podíamos iniciar el descenso hacia Las Leñas, ya en el lado argentino.

    Con un suspiro de alivio nos miramos con mi compañero de cabina y nos volvió el alma al cuerpo. Felices cambiamos a rumbo noreste esperando encontrar Mendoza y suelo firme donde liberar la tensión del viaje y felicitarnos por nuestra humilde hazaña.

    Recuerdo que durante todo ese tiempo todos pensamos en los jóvenes uruguayos que habían logrado sobrevivir habiendo estado a las puertas del infierno.

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    • Carmen Schmitt

      Fuera de serie, Pablo. Haber intentado hacer el vuelo, recordando la tragedia que vivieron los jóvenes rugbistas uruguayos, es un desgarro que uno tiene muy calado adentro. Gracias por compartir tu experiencia. Como si uno te hubiese acompañado en ese viaje. Emotivo y admirable.

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      • María Verónica

        Pablo increible expriencia, gracias por compartirla también

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  9. Alejandro Segura O.

    Excelente reportaje, felicitaciones. Tuve la oportunidad de conocer y estar en el lugar, es sobrecogedor, hermoso, estar ahí y conocer insitu donde ocurrio el milagro, es impactante. Tuve la oportunidad también de conocfer y conversar con el hijo de don Sergio Catalán, que también fue protagonista de esta asaña.

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    • María Verónica

      Gracias Alejandro, sin duda sentiste lo mismo que sentí yo al estar en Los Maitenes: admiración, incredulidad, sobrecogedor!!!

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  10. Maria De Los Angeles Mardones Santander

    Qué recuerdos!
    Estuve ahí, vi esa carta, esperamos a los chicos, estuvimos en el hospital con mi familia y él no llegó…
    Impactante el lugar, lo logrado, el relato y la fotografía espectacular, que gran trabajo muy profesional.
    Felicitaciones, Juan Pablo Silva. Esperando ese proyecto salga muy pronto.

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    • María Verónica

      Maria de los Ángeles toda mi admiración hacia ti también…

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  11. María del Pilar Adriasola Castillo

    ¡Excelente y emocionante reportaje! Agradecidos de la periodista Verónica Díaz por sus palabras y haber compartido con nosotros la hermosa experiencia de recorrer Los Maitenes y alrededores, con toda su diversidad de flora y fauna; su majestuosa cordillera y el imponente Glaciar Universidad. Sin duda, un paisaje que en 1982 enamoró a nuestro padre Eugenio Adriasola Navarrete y que nos ha permitido el privilegio de compartir esta maravilla natural con tantos aventureros, ya sea por iniciativa propia o un destino insospechado. Fue el caso de los protagonistas del Milagro de Los Andes quienes volvieron a la vida en este escenario, circunstancia que retrata J.A. Bayona en su reciente película “La Sociedad de La Nieve”. Sus verdaderos protagonistas nos han visitado en reiteradas oportunidades y en especial el año 2022 en que celebraron los 50 años de aniversario, con un gran encuentro organizado en colaboración entre Glaciares de Colchagua y Juan Pablo Silva, quién ha sido un importante gestor de actividades para preservar esta épica historia de Los Andes además de un gran colaborador y nexo entre todos los participantes de la búsqueda y rescate (FACH, Ejército, Carabineros, Municipalidad de San Fernando etc.), la familia del arriero Sergio Catalán y especialmente, con los protagonistas uruguayos; nuestros amigos de la casa, su hogar ahora, en Los Maitenes.

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    • María Verónica

      Reitero mi agradecimiento del reportaje, Pilar, por permitirnos recorrer ese paisaje, ese territorio mágico que mezcla tragedia, angustia y esperanza, pero sobre todo con su belleza, regala vida!!!

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  12. Franco Ocaranza

    Gracias Vero y Juan Pablo por entregarnos este emocionante relato, he seguido de cerca esta hazaña y gracias a ustedes vuelvo a encontrarme con detalles de los Maitenes que eran desconocidos.
    Felicitaciones nuevamente porque todo el esfuerzo y dedicación que han puesto en este reportaje tiene su fruto en un relato cercano y conmovedor.

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    • María Verónica

      Muchas gracias Franco.

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  13. Anamaria

    So recogedor!!! Sin palabras….. gracias!!!

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