En ésta, la segunda ciudad del estado de Texas después de Houston, hubo dos hoteles que me llamaron la atención. Uno fue el de Emily Morgan, en la actualidad Double Tree by Hilton, al cual -confieso- con sus historias fantasmagóricas no me atreví a entrar.
Uno de los hoteles más lujosos de San Antonio -parte de «Plaza Alamo», el lugar histórico más importante de la ciudad por la legendaria batalla en que los tejanos dieron su vida por defender su fuerte- al Emily Morgan se le atribuyen anécdotas de fantasmas, dado que otrora funcionó como Edificio de Artes Médicas. De aquí que por las noches, se comenta, andarían «almas en pena«. No me creerá, la ciudad ofrece tours nocturnos con un recorrido por esos lugares de leyenda. Una actividad que yo tenía previsto realizar tan pronto llegara a San Antonio. Sin embargo, por una sensación de temor, preferí pasar.
Sin embargo, a 15 minutos de downtown, en el moderno distrito de The Pearl, me impactaría encontrarme de sorpresa, casi a boca de jarro, con otro hotel inusual: El “Hotel Emma”, una joya boutique que nació de la transformación de una vieja cervecería, la más grande del estado de Texas, que pasó incólumne los tiempos de la Prohibición en Estados Unidos -en que el consumo de alcohol era ilegal- y donde tres Emmas (tres mujeres con el mismo nombre) coincidieron como parte de su historia, habiéndose utilizado hoy -en su estructura- todas las maquinas de la centenaria destilería.
Cuando usted vaya, le parecerá insólito. Pero, es increíblemente hermoso. Por donde usted observe, admirará en sus fierros una cautivadora elegancia. El 2012, tres firmas de arquitectura y diseño iniciaron sus trabajos de remodelación, centrándose en perseverar su estructura original -lo máximo posible- con la maquinaria existente, lo que dio como resultado una variedad de diferente estilos y que, como «Hotel Emma», se inauguró el 2015.
Sus protagonistas en la galería.
Junto con contemplar su fascinante diseño, lo impresionará a su vez conocer la historia del fundador de la cervecería, Otto Koehler, quien en 1910, cuando su esposa Emma sufrió un accidente automovilístico, contrató a una joven enfermera, de nombre Emma (familiarmente Emmi), para que la cuidara. Otto no se demoró en iniciar con ella un affair, romance al que agregó a otra bella y rubia enfermera, amiga de Emmi, también llamada Emma. En estas circunstancias, Koehler instaló a las dos en una casa cercana. Hasta que una tarde de noviembre de 1914, tras un altercado, la rubia Emma con un revolver.32 lo mató.
Fue el momento en que su esposa Emma Koehler tomó el control. Con astucia, mantuvo abiertas las puertas del negocio, durante la Prohibición lo disfrazó como lavado en seco, taller automotriz y heladería. Y aunque se retiró en 1933, su presencia se mantuvo vigente hasta su muerte en 1947. De aquí que para el distrito fuese un honor que el nuevo hotel llevara el nombre de quien fuera una figura clave en la historia de The Pearl. Por lo que si usted visita esa maravilla, le aseguro que -al igual que yo- querrá darse el lujo de quedarse a alojar aquí también.
Diseño webpage: María Eugenia Vargas
Carmen, gracias otra vez por un interesante relato. Te cuento una anecdota: hace muchos anos visitamos San Antonio y nos alojamos en el Hilton de entonces. Queriamos ver el Alamo y nos dijeron que salieramos y fueramos a la izquierda. Tomamos el auto y viajamos mas de 10 millas sin encontrarlo. Pedimos direcciones y nos mandaron de vuelt. Pasamos frente al Hotel y otras cuantas millas sin encontrarlo. Volvimos frustrados y en el hotel una persona nos acompano a la puerts y nos senala unlugar sin descricion a la izquierda y nos dice: ese es el Alamo. Una de tantas cuando uno viaja.
Me haces reir, Gonzalo. Hazme un favor, dime si te penaron las ánimas…
Súper interesante historia!!
Fue una maravillosa experiencia visitar el Hotel Emma con una arquitectura y diseño de interiores de estilo industrial y matices que mezclan clásico y moderno…lo ame!!! En este proyecto, que logra ser un excelente ejemplo de reutilizacion adaptativa, es fascinante ver que le da vida a una historica cervecería para convertirse no solo en un hotel 5 estrellas pero tambien en parte esencial del distrito The Pearl. Y eso ha tenido un efecto domino tan favorable para ese sector donde ahora se encuentra una comunidad vibrante con restaurantes que ofrecen una propuesta culinaria variada, tiendas de diseño, el Culinary Institute con sus estudiantes que desbordan pasion por lo que hacen y apartamentos para residir. Me encanto viajar junto a Bendito Planeta con la misión de descubrir estos tesoros que aguardan a los viajeros. Gracias Bendito Planeta!