Ubicado a pasos del hermoso lago Lady Bird, en pleno centro de la capital de Texas, es el hotel de lujo más nuevo que existe en la ciudad. “Menos de tal elegancia no hubiese sido apropiado”, se comenta con simpatía haciendo alusión a su nombre, donde todos los fans de la sofisticación quieren estar.

Cuando usted vaya a Austin por primera vez, quédese más de tres días. La ciudad tiene demasiados lugares hermosos que descubrir, como su Capitolio, la University of Texas at Austin, sus museos, su fama de festivales y música en vivo, sus restaurantes semi escondidos (como “Comedor”, de elegante comida texmex, que si a usted no le advierten, pasará de largo sin imaginar su refinamiento interior)… Eso fue, más o menos, lo que me pasó durante la última noche de mi estadía en Austin, cuando llegué a The Proper, hoy el hotel de lujo más moderno en la capital tejana, donde la diseñadora Kelly Wearstler quebró el esquema de la hotelería estadounidense.

Llegar al estrellato, no le fue fácil. Kelly costeó sus estudios de diseño mientras trabajaba de camarera en un restaurante de Beverly Hills, hasta que en 1994 fue captada por una editora fotográfica de Playboy. Tras posar como Playmate en la edición de septiembre, con la ganancia obtenida pagó su deuda estudiantil y de inmediato inició su propia firma.

Al año siguiente, la revista Time la destacaba dentro de los 100 profesionales más creativos a nivel internacional. Architectural Digest la nombraba entre los Top 100 y la versión francesa de ese mismo medio la calificaría como una de las mejores diseñadoras de interiores del mundo. La dupla con el promotor inmobiliario Brad Korzen, con quien contraería matrimonio en 2002, sería aún más noticia. El empresario lanzaría la marca Proper Hotels y Kelly se transformaría en su diseñadora de interiores oficial, abocándose al diseño interior de  hoteles en Los Angeles, Santa Mónica y San Francisco. Austin Proper sería el primer paso de la marca fuera de California. Síntesis: una sorprendente interpretación del estilo arquitectónico artesanal icónico de Texas, mezcla colorida de materiales naturales, rojos oxidados, modelos históricos y texturas en tonos tierra, en que Kelly utiliza madera local y piedras de canteras cercanas.

Todo sumado a puertas negras gigantes, cuero en los ascensores y papeles murales floreados. Si, maximalista. No obstante, lo que lo cautivará al llegar son sus escaleras en que parece jugar con el espacio.

Y así… Usted verá cerámicas escondidas detrás de escaleras y ventanales de cielo a techo, irrumpiendo entornos siempre con tonalidades cálidas. En definitiva, una mezcla de estilos que dieron como resultado el exclusivo hotel que es hoy. ¿Qué me apenó conocerlo en mi último día? No lo puedo negar. Por lo que mi recomendación: primero que nada, antes de viajar, infórmese en @VisitAustinTX de todos los atractivos que ofrece esta ciudad -encantadora, entretenida, llena de vida por donde usted camine- que requerirá para conocerla, absolutamente, más de tres días…

Diseño webpage: María Eugenia Vargas