En esta época de Navidad, Austin fue para mi también una sorpresa tecnológica. Cada diseño, tanto en los arreglos navideños de sus hoteles o al interior de cualquier edificio, me parecía competencia entre creativos, donde nada superaría lo anterior. Sin embargo, el diseño que vendría luego sería más grandioso aún. Realidad que se me hizo patente al llegar a la capital de Texas este 1 de diciembre, gracias a una gentileza de Copa Airlines, en vuelo desde Panamá.

 

 

A diferencia de hace 10 años, Austin es hoy una ciudad inundada de profesionales que han llegado de Silicon Valley, como también desde Manhattan, en búsqueda de una calidad de vida mejor. Como lo confirmó The Economist: la ciudad que hasta ayer era conocida por su entretenida subcultura, pasó a convertirse en una metrópolis tecnológica. Google, Amazon, Apple, Meta y Tesla han instalado aquí sus oficinas. En la foto, usted verá al cuarto ejemplar del Cybertruck, de Tesla antes de su lanzamiento oficial al mercado, estacionado frente al hotel Fairmont donde yo alojé, el que a su conductor le ocasionaba locuras a su alrededor.

 

 

Con tanto color, música y decoraciones fastuosas, me sumergí en esta época pre navideña con el diseño del Driskill, el hotel más antiguo de Austin y uno de los de mayor renombre en Texas, el que se repleta en sus horas de cóctel. Construído en 1886 por el ganadero Jesse Driskill, quien invirtió su fortuna en levantar el hotel más elegante al sur de San Louis, es un mundo en sí mismo, un cielo de opulencia, cuya atracción principal este año fue la ciudad en miniatura, levantada el hall central, en base a galletas de gengibre.

 

 

El Four Seasons, a orillas del río Colorado, desplegó en su propiedad una alfombra de miles de luces, además de un túnel de 37 metros de pequeñas estrellas con instalaciones artísticas, donde uno podía tomarse mil fotos. Una inversión de la compañía Cascade Investment, propiedad del fundador de Microsoft, Bill Gates, quien el 2021 asumió el control de esta cadena canadiense de hoteles de lujo, elevando su participación en un 71% tras comprar la mitad de las acciones del príncipe saudí Alwaleed bin Talal.

 

 

Si bien al Fairmont se lo observa brillante desde lejos porque este hotel de 37 pisos -ubicado frente al Austin Convention Center– se destaca aunque sea bajo el tibio sol de invierno, es atracción para familias enteras que vienen a conocer a los personajes de fantasía navideños. Su staff bilingüe lo hará sentirse en casa, como la atención 5 estrellas que le proporcionará María Gaff en el front desk. Construido el año 2018, el Fairmont es una muestra del crecimiento que ha experimentado Austin, ciudad que el 2010 contaba con una población de 750.000 habitantes y que el 2020 superó los 2 millones 300.000.

 

 

Lo que maravilla a Austin aún más es su título de «capital mundial de la música en vivo». Y es que no hay restaurante o bar donde no exista un intérprete sobre un escenario que exprese -con o sin gente presente- su talento. De hecho, la ciudad alberga a cientos de locales de música en directo y festivales musicales de primer nivel. Un estímulo para tantos valores musicales que usted podrá disfrutar incluso dentro del mismo aeropuerto cuando usted esté próximo a despegar. Porque lo más probable es que, cuando Copa Airlines lo llame para subir a bordo, usted sentirá dejar a Austin detrás.

 

 

Diseño webpage: María Eugenia Vargas