Es uno de los complejos más hermoso de la costa central de Chile y Jaime Lería Chateau -quien lo fundó junto a otros dos grupos empresariales, ejerciendo la presidencia de su directorio durante 5 años- apostó por esta región ubicada a menos de dos horas de Santiago, donde se instaló a vivir hace 20 años. Hoy, escapando del invierno, nos cuenta por teléfono desde la Costa del Sol española, qué fue lo que lo entusiasmó.
La histroria del complejo nació hace 40 años con la familia Picó y Jaime tiene nítido cómo se incorporó al proyecto. “Cuando el 2007 el Banco de Chile se adjudicó los bienes, me llamó Gerardo Larraín, quien armó el grupo. A mí no me gustaba la capital, tenía mi trayecto inmobiliario en la zona y como era el único que vivía aquí, me metí encantado. Tras un año de negociaciones, los tres grupos -Gerardo Larraín, Alfonso Swett y yo, como cabeza del grupo Lería- compramos lo que quedaba, unas 85 hectáreas. En esa época, había unas 420 unidades habitacionales y en 16 años el número se ha triplicado”. Una idea cuyo origen él reconoce… “La verdad es que yo copié. Viví 14 años en Barcelona y presencié la explosión de la Costa Brava cuando se construyeron las primeras autopistas. Y pensé en Chile cuando existía una sola vía, la cuesta, el túnel, ir a la zona era duro. Y dije: «Cuando salga la autopista, esto va a cambiar». Y así fue. Después de la pandemia, la gente salió despavorida de Santiago y se cumplió mi predicción”. En la foto, la única casa que el Premio Pritzker de arquitectura, el japonés Toyo Ito, construyó en América -la casa «White O»- aquí en Marbella.
Pasado el tiempo, Jaime recuerda una frase de su padre. “El me dijo que los viejos nos moríamos en invierno. Por lo que desde hace 25 años vengo a la Costa del Sol. Sin embargo, yo soy un enamorado de Marbella y de toda la zona alrededor, por lo que mi idea es irme a vivir definitivamente allá”. Convencido, le entregó su directorio en Marbella a su hijo Bruno Lería Oses, quien tomó la posta, en la actualidad con 1.400 unidades habitacionales, una de las mejores canchas de golf de Chile, un lujoso Club House, hotel en su interior y, en su exterior, un área comercial vecina que es envidia de santiagüinos. Lo que además los tiene contentos es el debut de Pioners, el primer colegio privado de Santiago, instalado aquí hace ya un año, y la pronta inauguración de Innovation Health, el primer centro de salud privado y de alta calidad en la zona, lo que para Bruno ha consolidado a Marbella como la mejor alternativa para una segunda vivienda en Chile.
El atractivo opuesto -y que por años ha sido imán para veraneantes en la región- ha sido Maitencillo, el balneario abajo de Marbella. Un pueblo cuyos primeros indicios datan de hace 500 años, con una extensa playa y que a pesar de nuevas construcciones, mantuvo siempre un estilo agreste, rústico, de caleta de pescadores, como si su historia se hubiese detenido en el tiempo. Adorado por jóvenes que practican deportes extremos, como surf y parapente, sigue fascinando con restaurantes especializados en mariscos. Dos picadas gastronómicas a tener en cuenta: “El Hoyo” y “La Pescá”, donde comer ostiones, camarones y machas a la parmesana son parte del ritual. En este entorno, Marbella será también en su salvavidas. Porque Maitencillo, siendo el área urbana más grande del país sin servicios sanitarios formales, verá normalizado su acceso al agua potable por las empresas especializadas del sector. Como lo afirma Bruno: “Esval, Sesamar y Marbella Country Club han firmado un convenio histórico para el uso sustentable del agua y garantizar el agua para toda Marbella, lo que consecuentemente beneficiará a Maitencillo”. Es la gran esperanza de su población de solo 1.300 habitantes que, en verano, sobrepasa los 20 mil.
En tanto, desde Estepona -en Málaga (España)- Jaime no oculta su entusiasmo. Como nos confirmó por teléfono, retornará a Chile en septiembre para nuevamente recorrer las calles de Marbella. Ya tiene su pasaje en mano para gozar aquí, por lo menos, durante los próximos tres meses de verano.
Diseño web: María Eugenia Vargas
Me encanta Marbella, algunas veces me invitan
Me encanta Marbella
Excelente nota de Marbella y su historia.
Muy buen reportaje. A mi entender refleja la realidad de como en general se ha desarrollado esta parte de la costa central de Chile.
Los felicito por el reportaje
Gracias a ti, Jaime, por toda la pasión puesta en este complejo y por compartirnos tu historia. Es que es impresionante como ustedes no dejan de construir. Casi perdí la noción de dónde está su iglesia…
Me encantó!
Gracias Carmen. Marbella para mi es casi desconocido ya que sali de Chile en los 60. Sin embargo Maitencillo me era muy conocido y en los tiempos que vivi en Vina en mas de una ocasion ibamos a pasar una tarde a Maitencillo y a comer los ricos mariscos ahi. Creo que anteriormente hiciste un reportaje de una casa especial en ese lugar, espero no estar equivocado.
No estás equivocado, Gonzalo. Es exacto. El link de la casa de Toyo Ito que publicamos sobre Marbella es https://benditoplaneta.cl/project/la-casa-white-o-de-toyo-ito-en-chile/… Por si quieres recordar la nota.
A su inauguración asistieron profesionales y estudiantes de arte y arquitectura de varias universidades. Su constructor asociado en Chile fue Cristián de Groote, y el que instó al proyecto fue Eduardo Godoy, quien creó «Ocho al Cubo», iniciativa en que 8 arquitectos de renombre (entre ellos Matías Klotz) levantaron otras 7 casas en el sector K de Marbella. Un imperdible para cuando vayas por esos lados…