Un viaje espectacular a la costa Caribe de Panamá

 

TEXTO Y FOTOGRAFÍAS: Gonzalo Redondo

 

Se trata de un lugar absolutamente fantástico localizado en la costa Caribe de Panamá. Desde Santiago de Chile, pueden llegar volando en Copa Airlines a Ciudad de Panamá, a través de una cómoda frecuencia de vuelos diarios. Al llegar al aeropuerto internacional Tocumen, de Ciudad de Panamá, se debe hacer un breve traslado en automóvil de 20 minutos hasta el aeropuerto de vuelos domésticos de Allbrook para poder abordar un vuelo de 45 minutos y llegar a destino. Allbrook es un pequeño aeropuerto con una tremenda pista de aterrizaje que sirvió de base aérea de la Fuerza Aérea de Estados Unidos, y en los despegues y aproximaciones de aterrizaje es posible sobrevolar a baja altura sobre el Canal de Panamá.

 

 

Nuestro destino se encuentra en el archipiélago de Bocas del Toro y, con mayor precisión, en una de sus islas llamada Bastimentos. Se trata de una agrupación de 9 islas, 50 cayos y más de 200 islotes hermosos, escondidos en el mar Caribe del océano Atlántico, con mar color turquesa, verde excesivo en sus montanas y territorio, con habitantes locales conformados por comunidades indígenas Ngabe Bugle y de ascendencia afro caribeña, cuyo principal punto de embarque fue Jamaica y que mantienen sus costumbres de vida, siendo la vida de mar y pesca de gigante importancia y, con extranjeros que han dejado todo en sus países respectivos para iniciar una vida nueva y desarrollar sus emprendimientos boutique en gastronomía y hotelería. Todo es boutique.

 

 

Esta sería la introducción técnica de esta aventura, y lo que experimentamos posteriormente es absolutamente hermoso. Si me llevaran hasta este destino con los ojos vendados y me gritaran: «¡Sooooorpresa, puedes abrir los ojos!», yo pensaría que me han llevado simultáneamente hasta Vietnam y Key West, en una combinación de experiencias de vacaciones que este destino ofrece mágicamente en un solo viaje…

 

 

Volando desde Allbrook, aterrizamos en el aeropuerto de isla Colon en este archipiélago. En breves minutos, nos dirigimos en automóvil hasta su sector principal, el pueblo de Bocas Town. Un lugar sorprendente. Consiste en una calle larga principal de la cual nacen aproximadamente ocho calles secundarias en forma perpendicular en un mismo sentido. En las calles secundarias vive mayormente su población local y en la calle principal, en sentido opuesto a las calles secundarias, se encuentra una verdadera colección de hoteles, restaurants, bares y cafés, cuyos propietarios son principalmente extranjeros y a los cuales se puede acceder caminando desde la calle principal o bajando de un bote a motor (taxis) a sus terrazas, construidas sobre el mar y que observan hacia el archipiélago en el mar Caribe.

 

 

Decidimos almorzar en Bocas Town. Luego tomamos un bote taxi, cuyo destino era la isla de Bastimentos, a fin de llegar hasta la propiedad que sería el headquarter de nuestra aventura. La travesía en bote es espectacular y estos navegantes con sus botes son  fundamentales para permitir una vida normal entre las islas y sus habitantes. Se trata de un bote de pesca de fibra de vidrio con capacidad para ocho personas, con un tremendo motor fuera de borda y dos navegantes a bordo. Uno pilotea el bote y el otro tiene el rol de acomodador de pasajeros y vigía en la ruta de navegación. Los botes son utilizados para trasladar pasajeros, pero también para transportar carga y, entre ella, nos tocó ver todo tipo de línea blanca. La ruta es hermosa. se trata de un mar Caribe absolutamente rodeado de islas verdes llenas de vegetación natural, impenetrable y de manglares que parecen pequeñas islas en el mar y que deben ser esquivados muy elegantemente en la ruta de navegación. Es como un laberinto verde en el mar que tiene mérito latente para una próxima película de James Bond. Tras unos 15 minutos de navegación, a través de estos laberintos, llegamos a un escondite de mar que habría sido un excelente spot de piratas en el 1700’s. Y al ingresar al mismo en el bote, nos encontramos con una marina de yates y catamaranes interoceánicos de navegación espectacular y absolutamente invisible entre los manglares.

 

 

Desembarcamos del bote taxi en isla Bastimentos. Parte de ella es parque nacional en Panamá, y nos espera un carrito eléctrico de golf que nos llevaría por un sendero hacia el interior de la isla hasta llegar a la propiedad de playa residencial que nos esperaba. El trayecto fue de 10 minutos, subiendo y bajando el sendero debidamente pavimentado y llegamos a una casa familiar de seis habitaciones en suite, a través de la gestión de arriendo de @thepropertycollection. La casa es lo que se denomina un beach front ( de acceso directo a la playa ) y es un espectáculo, un modelo americano en su construcción con todas sus comodidades y distribuida en dos pisos, sus seis habitaciones con balcón y su vista al mar, con una piscina infinity view observando al mar Caribe en línea recta desde las habitaciones, luego un jardín con cancha de volleyball en arena y el tramo final con el acceso directo a la playa luego de dar literalmente 30 pasos.

 

 

Nuestras actividades de descanso las agrupamos en dos categorías. En la casa y fuera de ella, a través de viajes aventura que realizábamos durante el día. En la casa, las actividades consistieron en encender el aire acondicionado, dormir con tormentas y relámpagos que iluminaban todo, despertar con el día absolutamente despejado, con traje de baño puesto, prepararnos un buen desayuno, entrar a la piscina, salir de la piscina, caminar a la playa, entrar al mar, perder el sentido del tiempo en el mar, salir del mar y tomar sol, detener todo esto para caminar hasta un restaurant de la propiedad para almorzar, regresar caminando y entrar nuevamente al mar, seguir tomando sol, regresar a la piscina, encender el equipo de música con nuestro Spotify, esperar la lluvia de la tormenta nocturna metidos en la piscina, preparar los cocktails, volver a la piscina, continuar con los cocktails, preparar cena o regresar al restaurant y luego volver a dormir e iniciar todo nuevamente al día siguiente. Traten de imaginarse el disfrutar este regalo de la vida con amigos o con la familia. Es algo fabuloso. Los piratas no tenían el carrito de golf, ni el aire acondicionado, ni WiFi ni los TV de flat screens a 15 metros de la arena de playa. Pero, todo el resto si lo experimentaron y de haber podido contactar a @thepropertycollection para reservar esta propiedad, los piratas habrían usado Instagram.

 

 

Cuando recordamos que estábamos en un archipiélago, iniciábamos las actividades hacia las otras islas. En bote taxi nos trasladamos a otras islas maravillosas, algunas sin seres humanos, como Isla Pájaros, en la cual en la mitad del mar llegamos hasta un grupo de extremos superiores de montaña que aparecen desde lo profundo del mar y asoman fuera del agua con roca sólida y verde intenso debido a su vegetación. La isla es únicamente habitada por aves y son cientos de ellas. Es lo más cercano a un Jurassic Park en el mar y no es posible desembarcar. Eso es aún más fascinante porque se puede observar a esas aves sin temor a nada. Son ellas en sus comunidades y son intocables.

 

 

Hay otras islas, en las cuales hay gente local y extranjera, que han decidido emprender cooperando entre ellos con restaurants de primer nivel. Son solo destinos de navegación para disfrutar de una gastronomía premium local que se caracteriza por todo aquello que ofrece el mar de esta región en su forma más fresca y en su mejor expresión caribeña, en la cual entre varias opciones absolutamente divinas, destacan la langosta, el arroz con coco y el pan de fruta. El bote taxi puede esperar por ustedes en el agua hasta que decidan finalizar el super momento gastronómico o, se puede ir y luego llaman a su navegante piloto para que regrese por ustedes. Los navegantes son muy responsables, comprenden perfectamente la excelencia de servicio y al ponernos de acuerdo en una hora, el bote llega antes del momento acordado.

 

 

Es fantástico visualizar que una experiencia de vacaciones se puede realizar en este lugar tan especial, tan poco conocido hacia el sur y un poco más conocido hacia el norte del continente y Europa. También es muy atractivo pensar que esta experiencia de descanso high end se puede compartir y disfrutar con amigos en una propiedad con estas características. Absolutamente recomendable, seguro, cómodo y muy personalizado.

 

 

Finalmente llega el día del regreso. Siempre llega. Abordamos el bote taxi con nuestras maletas rumbo a Bocas Town. El viaje nos lleva nuevamente por los laberintos del mar Caribe y vamos viendo a la distancia las islas del archipiélago que nos observan con ganas que regresemos para la próxima escapada de aventuras. Es más creíble narrar que somos nosotros los que observamos a estas islas con las tremendas ganas de volver. Llegamos a Bocas Town con ganas de tomar desayuno y con buen tiempo a nuestro favor para dirigirnos al aeropuerto. Si, antes de partir, identificamos un café cuyos propietarios son argentinos. Se llama Café del Mar. Fenomenal experiencia. Pagamos la cuenta, sacamos fotografías del movimiento local, todos caminando, unos pedaleando en bicicleta, otros recién llegando del aeropuerto con sus maletas. Compramos unos remos preciosos que utilizan los pescadores locales en sus canoas y nos fuimos al aeropuerto para regresar a casa.

Una experiencia de viaje extraordinaria. ¿De 1 a 10? Un 10.

 

PARA EXPERIMENTAR ESTA AVENTURA

 

  • Copa Airlines: www.copaair.com
  • @thepropertycollection (Instagram) / whatsapp + 50766779102.

 

Recomendables como complemento:

 

  • Visitar Cayo Zapatilla con sus playas fascinantes en acuarela turquesa (dos islas del Parque Marino Internacional Bastimentos) sin población.
  • Snorkling en diversos lugares del archipiélago de Bocas del Toro
  • Visitar a chef Joseph Archbold con su restaurant @recetamichela en isla Carenero
  • No perderse Bibi’s Restaurant para disfrutar langosta, un menú extenso y su terraza junto al mar.
  • Conocer Bahía de los Delfines, a fin de observar de cerca a “delfines nariz de botella”.
  • Pedalear en Bocas Town y recargar baterías en el restaurant La Buga Dive & Surf.
  • Arrendar ATV y recorrer isla Colón con sus hermosas playas, meterse al mar y continuar explorando la isla con su gente y restaurants a orilla de playa. Entre varias muy buenas opciones, disfrutar de La Coralina.