Quién diría que, cuando hace 6 años, diversas periodistas chilenas estuvimos en San Miguel de Allende -a propósito del Congreso Mundial de Mujeres Periodistas que tuvo lugar en Querétaro- San Miguel sería elegida hoy como “la más hermosa ciudad pequeña a nivel mundial”. Distinción impuesta por los lectores de Condé Nast Traveler’s, bajo el título 2020 Readers’ Choice Awards. Aunque no refleje cuan chiquitito sea porque -cuando usted lo compruebe- verá que allí el movimiento de su gente bulle a raudales. Y es que junto a sus casi 100.000 habitantes, viven miles de extranjeros (entre norteamericanos, europeos y artistas expatriados) que han hecho de San Miguel de Allende su propio hogar.

 

 

Ubicada a 70 kms de Querétaro, la ciudad adquirió notoriedad por su arquitectura colonial y sus casas pintadas de múltiples colores. “Considerando la situación actual de la industria turística -aseveró la recientemente elegida presidenta del Consejo Turístico local, Laura Torres Septién- estamos felices con este reconocimiento”. Un premio que se sumó al de “Pueblo Mágico” en 2002; al de Patrimonio Cultural de la Humanidad el 2008, y 9 años más tarde al de Travel & Leisure, como “la mejor ciudad del mundo por su calidad en servicios”, destacando su gastronomía, limpieza, además de su aporte a la cultura, belleza arquitectónica y lugares de diversión. Su nombre rinde homenaje al fraile franciscano Juan de San Miguel, quien la fundó en 1542, y a Ignacio Allende, caudillo que fue clave en la guerra contra la dominación española. Y si bien en 1900 la ciudad estuvo a punto de convertirse en un pueblo fantasma, después de la II Guerra Mundial revivió cuando soldados norteamericanos retirados descubrieron que Estados Unidos validaba los estudios realizados en el Instituto Allende (fundado en 1950), lo determinó que muchas familias se establecieron en sus alrededores para siempre.

 

 

Una de las características de San Miguel es su enorme cantidad de iglesias, con fachadas hermosísimas. Sin embargo, la más espectacular es la Parroquia de San Miguel Arcángel, símbolo de la ciudad, construída en estilo barroco en plena plaza principal durante el siglo XVIII. Y hasta allí llegan los feligreses a conmemorar eventos religiosos llenos de magia y misticismo, escenario de sus diferentes costumbres. Así fue como en pleno septiembre nos tocó a 4 de nosotras -por suerte del destino en el único día que estaríamos en esta ciudad- la celebración más importante que conmemora al Santo Patrono, que finaliza con la procesión de la imagen de San Miguel Arcángel por sus calles céntricas.

 

 

Cindy Maloney, embajadora en experiencias de lujo (www.pointsandtravel.com), casada con chileno y que vive en Phoenix, ya adquirió allá su propio departamento. “Es que no me canso de decir que en el mundo mi ciudad favorita es San Miguel de Allende». ¿Por qué se enamoró? «Por su historia, por su celebración a la vida y la muerte, por su arquitectura colonial, sus iglesias, sus tiendas eclécticas, su mezcla de culturas, sus calles de piedra, su vida peatonal, su comida». Si, reitera, «quizás lo más importante es cómo me hace sentir. Para mi es como entrar a otro mundo. Amo cada puerta que veo, amo su música, sus bailes, su idioma, sus diseños interiores, todo lo cual me retrotrae al lugar donde yo quiero estar».

Si septiembre es la fecha, entonces desde ya habrá que hacer planes para visitar esta ciudad de reconocimiento mundial.

 

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