Por Heliodoro Hoces de la Guardia

Viajeros empedernidos, el  ingeniero comercial Heliodoro Hoces de la Guardia y  su esposa Luz Elena Barrios terminaron enamorados del sur patagónico. Y lo que comenzó siendo una “casita en la pradera” en Puerto Natales terminó en un hotel boutique de primer nivel (Appelgren House), atendido por sus dueños. Esta es su historia y el recorrido por el Parque Nacional más atractivo en el sur de Chile.

 

 

Fue una decisión afortunada cuando con mi señora decidimos darle un toque magallánico a nuestras vidas. Habíamos visitado Puerto Natales en varias ocasiones antes de decidir comprar tierra en esta zona. Nos había encantado el emplazamiento de esta pequeña ciudad, que estando a orillas del Seno Ultima Esperanza, brinda una visión fantástica, teniendo como telón de fondo una de las más hermosas y frecuentemente nevadas cadenas montañosas.

 

 

Puerto Natales podría llamarse una ciudad adolescente ya que cuenta con tan sólo poco más de 100 años de historia. Lo que comenzó siendo un enclave minero, con el correr de los años hizo a un lado la extracción de carbón, reemplazándola por la pesca comercial y más tarde por el turismo, el que año a año cobra más importancia debido a su cercanía a magníficos parque nacionales, de los cuales el de las Torres del Paine es el más conocido a nivel mundial.

En un comienzo quisimos construir la casita en la pradera, a lo que nos pusimos en campaña con entusiasmo, sin darle importancia a los numerosos escollos que se nos fueran presentando, más que nada por el hecho de iniciar un proyecto en un medio desconocido y ajeno a nuestras vidas en Santiago.

 

 

Nuestro único contacto fue nuestro amigo Pedro Kovacic -arquitecto de Punta Arenas- gestor del Hotel Singular en Puerto Natales, establecimiento que en sus pocos años cuenta con reconocimiento internacional por su originalidad y excelente servicio 5 estrellas. Fue Pedro quien le dio forma arquitectónica a nuestro proyecto, y “la casita en la pradera” pasó a transformarse en un pequeño hotel boutique. Así surgió Appelgren House, emprendimiento que con dos años de vida nos ha brindado muchas satisfacciones. En la próxima temporada turística -de octubre a abril- nos habremos ampliado a ocho habitaciones con baño privado incluyendo dos suite, una de 35 m2 en primer piso, con facilidades para pasajeros discapacitados, y una segunda de 50 m2 en el segundo nivel.

 

 

 

¿Por qué su nombre Appelgren House? Dos razones. Una emocional: es el apellido de mi abuelita materna, un ser  muy querido que me dejó una profunda huella. Y otra práctica: comienza con A, que la posiciona al principio de cualquier lista y páginas de internet. Además la palabra Appel facilita que nuestros pasajeros, en su mayoría extranjeros, retengan su nombre. El concepto de nuestro negocio es “usted siempre será atendido por sus dueños”, a fin de darle a nuestros clientes una atención profesional y cálida. De ahí que nos consideremos un hotel boutique de primer nivel, en proceso de estar mejorando cada vez más nuestro servicio.

 

EL VALOR DE LA NATURALEZA

 

 

Este concepto de excelencia está también condicionado por la majestuosa oferta geográfica que ofrece esta zona de la Patagonia. Es intentar ponerse a la altura de lo que le espera al pasajero cuando comience a descubrir la zona. Si bien mi señora y yo hemos viajado por el mundo entero, definitivamente nos enamoramos de esta región un tanto indómita. Para nosotros no hay nada comparable al Parque Nacional Torres del Paine que con sus famosos picachos, esculpidos por el viento de milenios, conmueve hasta el más insensible y donde debido al fluctuante clima de la zona, la visión que nos ofrecen resulta siempre cambiante.

¿Cuánto tiempo es necesario quedarse? No menos de cuatro noches. Dos días al Parque y uno completo a diferentes alternativas turísticas. La más recomendable: la navegación a los glaciares Balmaceda y Serrano, un hermoso viaje desplazándose por el Seno de Ultima Esperanza. En el trayecto, se degusta un whisky con hielo milenario de los glaciares, culminando en un asado de cordero patagónico en la Estancia Perales. Si al visitante le interesa caminar, aquí se encontrará con el paraíso del trekking,  con numerosas alternativas para llevar a cabo caminatas guiadas o no guiadas, las que pueden durar hasta doce días.

 

 

En los dos días que sugiero dedicarle al Parque, uno es la opción de un camino corto, visitando la Cueva del Milodón, una enorme caverna donde se encontraron restos de ese animal  prehistórico. A continuación se sigue por camino de ripio, donde los bosques principalmente de lenga y de coigue, nos acompañan durante todo el trayecto, con la visión cada vez más impactante de los llamados Cuernos del Paine y de su monte más alto, el Paine grande, que se empina sobre los tres mil metros. Tres imponentes miradores nos esperan en este recorrido: el Lago Toro, el Grey y el de Los Cuernos, lo que para el visitante constituye un verdadero festín fotográfico. Entrando al Parque por la Portería Serrano, se sigue camino al Lago Grey, del cual se desprenden paredes de hielo que flotan en dirección a la playa. Si se dispone de más tiempo, llama una excursión en catamarán para llegar hasta al mismo glaciar.

 

 

El segundo día, el del camino más largo, nos lleva a la Ruta 9 –la ruta del fin del mundo- toda pavimentada hasta Cerro Castillo, último pueblo antes de entrar al Parque. Esta vez la portería  de ingreso es la de Laguna Amarga, que lleva a la Laguna Azul, que le hace honor a su nombre ya que sus aguas son de un azul intenso. Y allí en la playa se tiene, como telón de fondo, a las magníficas Torres. Seguimos camino a las Cascadas del Paine , situadas en un sector que recorre el río Paine y donde se encuentran estas especies de terrazas de roca en distintos niveles, provocando unos torrentes de agua impresionantes que incluso producen un tanto de temor.

 

 

El camino circunda las Torres, las que a estas alturas se presentan en toda su magnificencia. Luego se llega al Lago Nordensholdt, a un costado tanto de las Torres como de los Cuernos, para terminar en el Lago Pehoe, donde los Cuernos del Paine –ya muy cercanos- nos emocionan y dejan sin aliento. Antes de abandonar el Parque, se bordea el Lago Sarmiento, en uno de cuyos extremos se encuentra emplazado el Hotel Tierra Patagonia. Bien vale la pena detenerse aquí a tomar un café ya que la arquitectura de este local es otra de las sorpresas que brinda la zona. Su diseño fue obra de la arquitecto chilena Cazú Zegers, quien logró una mimetización asombrosa de esta construcción con su entorno  natural. En ello se ha utilizado preferentemente madera de lenga, logrando que el visitante recién se entere de la existencia del edificio cuando se encuentra frente a su acceso.

 

SU VIDA ANIMAL

 

 

Este deambular por el Parque tiene un poco de safari, ya que en el trayecto son numerosas las especies de vida animal con que uno se encuentre. Cóndores siempre visibles, desplazándose sin aleteo, movidos por los fuertes vientos. Otras especies de buitres que se cruzan en el camino, siendo el más vistoso de ellos, el altivo carancho.Los guanacos pueden ser contados por miles y es corriente que se encuentren apostados en el camino. No así los ñandús que son más escasos y que logran mimetizarse de perfecta forma con los matorrales circundantes, al punto que estos avestruces patagónicos tan sólo pueden ser vistos cuando se encuentran en movimiento. También es corriente que se cruce por el camino un zorro de larga cola y con mucha suerte podría hasta avistarse un puma.

 

 

No hay circuito turístico que no esté asociado a una oferta de gastronomía local. Y aquí en Puerto Natales no es la excepción. Aún tratándose de una comunidad  pequeña, esta ciudad de 22.000 habitantes tiene probablemente la mayor concentración de excelentes restaurantes de todo Magallanes. Los productos de mar son recurrentes en los menús, donde la reina indiscutida es la gran centolla magallánica. En esta zona se puede también disfrutar un buen asado de cordero al palo. Y en cuanto al vacuno local, puede que la cercanía a Argentina haya determinado que aquí en Puerto Natales los bifes no desmerezcan frente a los  que ofrece el país vecino.

 

 

¿Cuándo es conveniente visitar Patagonia? No es posible determinar un mes más conveniente que otro ya que el clima es totalmente impredecible. En invierno hemos tenido las mejores vistas de las Torres. Claro que esta estación del año tiene el inconveniente de  ser baja en horas de luz día. Si Patagonia, tuviese que describirla con una palabra, lo que se me viene a la mente es «sorpresa”. No sólo es el impacto de sus múltiples bellezas geológicas, sino que también el clima se confabula con la naturaleza para que en el día a día los fuertes vientos conmuevan, los arco iris se presenten casi a diario, las formaciones  caprichosas de nubes den la impresión de estar constituídas por material sólido y ¡qué decir de sus espectaculares amaneceres y atardeceres que con su intensidad y fuerza de colorido pareciera uno encontrarse frente a una paleta de colores totalmente surrealista!

 

 

Podría seguir… Pero, dejaré lugar para que el lector saque sus propias conclusiones cuando visite este maravilloso rincón del mundo

 

DATOS A TENER EN CUENTA

Donde alojar:

  • Appelgrenhouse. Camino 1 Huerto 130-B, Puerto Natales. Cel. +56 9 8418 0937. Email: hhdelaguardia@gmail.com. www.appelgrenhouse.com. Reservas en: https://www.booking.com/hotel/cl/appelgren-house.es.html. El Aeropuerto de Puerto Natales , se encuentra a tan solo cinco minutos del Hotel, en taxi regular.
  • Hotel Singular: https://thesingular.com/en/hotel/patagonia
  • Hotel Tierra Patagonia: nationalgeographiclodges.com/lodges/south…/tierra-patagonia/about/

Como llegar:

  • Vuelos: Santiago/Punta Arenas vía Latam (www.latam.com), Sky, JetSmart.
  • A partir de octubre y hasta abril, vuelos regulares directos desde Santiago a Puerto Natales, tramo que se cubre en menos de 3 horas. https://www.latam.com/es_cl/latam-travel/paquetes/chile/puerto-natales/
  • Transporte terrestre: En el Aeropuerto de Punta Arenas, se toma el bus directo a Puerto Natales, ya sea con la empresa Buses Fernández o Buses Sur, en dos y media de viaje . Luego, en el Rodoviario de Puerto Natales, los vamos a buscar de Appelgren House, ubicado a unos 10 minutos

Donde comer:

  • Hotel Singular, famoso por su cocina sous vides (sellado al vacío, a fuego muy lento)
  • Afrigonia: mezcla de comida de Africa con patagón. Muy buena cocina.
  • La Aldea: excelente cocina tradicional.
  • Bahía Mansa: muy buena comida del mar.
  • La Guanaca y La Mesita Grande: buenas pizzas, crêpes y pastas.
  • Chocolatería Patagonia Dulce: delicioso a cualquier hora. Los mejores kuchen y chocolate caliente. También tienen todo tipo de café y té.
  • El Masay: muy buenos sándwiches.