Texto y fotografías de un primer colaborador que prefirió permanecer anónimo
Seleccionamos 2 lugares para visitar la isla durante 10 dias. Nuestra idea fue realizar el viaje con enorme calidad de tiempo asignado a su capital, La Habana, y el centro internacional de scuba diving de Maria La Gorda, en la provincia de Pinar del Rio. Ninguno de nosotros tenÍa la mas vaga idea de hacer scuba diving, pero la determinación de nuestros amigos nos convenció que no podíamos perder esta oportunidad de conocer este súper importante lugar a nivel mundial, enmarcado en algo absolutamente natural y deportivo. Y con enorme franqueza, el nombre de Maria La Gorda lo encontramos atractivo y quisimos lanzarnos al océano ahí mismo.
Tras un muy agradable viaje en Copa Airlines (www.copaair.com), aterrizamos en La Habana con una lluvia non stop y relampagos, como si el exceso de lluvia no fuese suficiente. Esto ya le daba al viaje un aspecto muy especial. Un servicio de taxi nos esperaba en el aeropuerto, que nos trasladó en 30 minutos hasta la capital. Nuestros amigos ya habían llegado al departamento un día antes que nosotros y, al momento de reunirnos, nos abrazamos con una gigantesca felicidad que anticipaba lo que vendria después.
LA HABANA
Y lo que vino después fue conocer una ciudad espectacular, al descubrir su enorme superficie y arquitectura residencial y de espacios institucionales. Hay muchos edificios que, al mirarlos, se puede apreciar su majestuosa belleza, logrando destacar que Cuba tuvo un golden era que ninguna otra isla del Caribe logró tener y muchos países en el continente americano tampoco. Para nosotros fue sorprendente y una lástima comprobar su deterioro por la falta de mantenimiento.
Antes de nuestro viaje, nos habían advertido que en La Habana podríamos ir a algunos restaurantes con un mejor perfil que otros. Semejante comentario es un under statement absoluto. Estuvimos en varios y sus propuestas gastronómicas eran como estar en San Diego, California, u otra ciudad de tantas con experiencias fantásticas. También conocimos otros restaurantes más sencillos, pero con una destacable onda para pasarlo bien. Nuestro departamento en La Habana lo arrendamos a través de Airbnb – www.airbnb.com/- y fue una grata experiencia en un piso 7, al interior de un edificio que desde fuera parecía, sin temor a equivocarme, construído en la década de 1930. Luego al ingresar, algo sucedió molécularmente porque estábamos en un New York apartment, tele-transportados como la tripulación de la Enterprise de Star Trek. Y como si eso fuese poco, nuestros desayunos eran en la azotea del edificio con una vista de revista de la capital, y vajilla de porcelana japonesa de inicio de siglo XX.
MARIA LA GORDA
Tras arrendar automóvil, nos fuimos a Maria La Gorda. El viaje nos tomó 5 horas por unos caminos hermosos, cuyo pavimento atravesaba extensiones de campo, plantaciones de tabaco, ciudades y pueblos pequeños. Teníamos la opción de volar a Maria La Gorda desde La Habana en un pequeño avión, pero fui yo quien más presionó por viajar por tierra. Y fue la mejor decisión porque nos permitió comprender cómo viven los cubanos fuera de la capital, quienes lo hacen con mucho mayor tranquilidad y en espacios urbanos bastante más ordenados. Son dos grupos diferentes, como ocurre en muchísimos países. El grupo de la capital y el grupo quienes viven lejos de la gran ciudad.
María La Gorda fue un descanso para todos. Nunca logramos encender los televisores en nuestras habitaciones por la noche, y de día todo era snorkling, nadar, tomar sol, dormir siesta, alimentarse y beber. Nuestros amigos tomaron su crash diving course y se fueron en un lanchón a descubrir el mundo submarino de María La Gorda. Los 10 días transcurridos en Cuba se hicieron la nada misma. Sin embargo, le regalamos nuestro tiempo a dos lugares que logramos comprender de una mejor manera. Interactuamos con muchos cubanos tremendamente contentos, y conocimos a otros que aprovechan poco a poco nuevas oportunidades de emprendimiento, en sociedad con el Estado, y que están presentes en la isla a través de restaurantes y restobares, e impactando en el camino a otros tantos que desean participar del entertainment y hacerlo durar en las calles de la ciudad.
Desconozco si volveremos a Cuba para conocer lugares que quedaron pendientes. La razón es simplemente que hay muchos lugares por experimentar junto a Cuba. Pero, sin temor a equivocarnos, les recomendamos que viajen a esta hermosa isla, cuya fortaleza de contenido histórico tiene varios ángulos. Si, nosotros intentaremos regresar para completar este viaje.